Un barco con 176 inmigrantes subsaharianos a bordo fue abandonado por la tripulación en la madrugada de ayer frente a la costa de la isla de Gran Canaria. Los tripulantes desembarcaron en una playa de la isla y uno de ellos fue detenido. El barco, que había sido fondeado a sólo media milla náutica (casi un kilómetro) de la costa, fue remolcado por las autoridades españolas a Las Palmas después de comprobar que los inmigrantes, procedentes de Guinea Bissau, Senegal y Ghana, viajaban hacinados y llevaban tres días sin comer.

La alarma saltó a medianoche cuando un pesquero canario se topó con el barco, un mercante reconvertido en barco de pasajeros, del que no se tenía constancia. El buque, el Polar , estaba muy cerca de la costa y con las dos anclas echadas. La Guardia Civil, Salvamento Marítimo, la Armada y el Cuerpo Nacional de Policía montaron una operación conjunta ante la previsión de que se tratara de un barco patera . Un helicóptero comprobó que había muchas personas subsaharianas en la cubierta del Polar por lo que se decidió abordarlo y remolcarlo a Las Palmas.

TRES SEMANAS DE VIAJE En el interior del barco, de 45 metros de eslora, viajaban 176 inmigrantes. El Polar partió de Cabo Verde hace tres semanas, según la documentación que había a bordo, sin embargo, los investigadores creen que hizo al menos una escala no registrada en Gambia, donde habría recogido a inmigrantes con intención de llevarlos a Canarias. También es posible que realizara otras escalas en más puertos africanos para recoger pasaje, como hacen los barcos que se dedican a transportar ilegalmente a inmigrantes, lo que justificaría el largo periodo de navegación.

Mientras los equipos de salvamento abordaban el Polar , agentes de la Policía Local de Telde vieron el desembarco de una zódiac en la playa de Salinetas, en la que viajaban tres personas. Los policías sólo pudieron detener a una, Francis Q., de 44 años, y origen ghanés. José Segura, delegado del Gobierno en Canarias, explicó que el detenido llevaba "bastantes dólares encima, lo que demuestra que la fuga de la tripulación estaba preparada". Las fuerzas de seguridad seguían buscando ayer a los otros dos.

Un remolcador arrastró el Polar hasta el puerto de Las Palmas, a donde llegó sobre las 4.30 de la madrugada. Allí, la Policía Nacional se hizo cargo del numeroso grupo y tomó declaración a todos. El jefe superior de Policía de Canarias, Javier Ballesteros, explicó que ninguno de ellos solicitó asilo político. Añadió que se intentará repatriarlos en un plazo de 72 horas y si no fuera posible, serían trasladados al centro de internamiento de Barranco Seco, en la capital grancanaria.

Además de los 176 pasajeros del Polar ayer fueron apresados otros 87 inmigrantes que intentaban llegar a bordo de dos pateras a Fuerteventura. En una de las embarcaciones de madera viajaban 43 varones adultos de origen subsahariano, que desembarcaron y fueron apresados en la zona de El Castillo, en el municipio de Antigua. Los otros 44 inmigrantes procedían de una patera que fue interceptada a cinco millas de Costa Calma, en el municipio de Pájara. Sus ocupantes fueron trasladados al muelle de Gran Tarajal a bordo de una patrullera de la Guardia Civil.