La búsqueda de desaparecidos entre las ruinas del hotel italiano Rigopiano, sepultado por un alud, terminó la madrugada del jueves tras ser recuperados los dos últimos cadáveres, lo que eleva a 29 las víctimas mortales.

Una fuente de Protección Civil informó ayer a Efe de que a causa del alud murieron 29 personas y 11 sobrevivieron, de los que nueve fueron rescatados de las ruinas y otros dos lograron evitar el alud y dar la voz de alarma.

La fuente recordó que la búsqueda se ha basado en las cifras proporcionadas por la delegación del Gobierno de Pescara (centro), en las que figuraban 40 personas dentro del hotel: 28 huéspedes y 12 empleados.

El suceso se produjo en la tarde del 18 de enero, cuando una avalancha arrolló y sepultó el hotel Rigopiano de Farindola, situado a 1.200 metros de altitud en plena cordillera de los Apeninos.

El alud se desencadenó tras las intensas nevadas registradas y presumiblemente por la serie de terremotos que se sintieron aquel día en esta zona montañosa de los Abruzos, cuatro de ellos de magnitud superior a los 5 grados en la escala de Richter.

El hotel quedó sepultado y destrozado prácticamente por completo y los equipos de rescate rescataron con vida de entre sus ruinas a nueve personas, de ellas cuatro niños de entre 6 y 10 años, dos hombres y tres mujeres.

Los fallecidos son 15 hombres y 14 mujeres y algunos ya han sido enterrados por sus familiares, como es el caso de Sebastiano Di Carlo y Nadia Acconciamessa, cuyo hijo Edoardo, de 10 años, sobrevivió a la tragedia.

La Fiscalía de Pescara ha abierto una investigación para conocer la reacción de los servicios de emergencia y esclarecer si el hotel había sido construido en una zona de suelo inestable.