El acusado de un triple asesinato llegó ayer por sus propios medios a la Audiencia de Alicante. A pesar de que Francisco Gómez se enfrenta a una pena de entre 36 y 57 años de cárcel, se encuentra en libertad desde agosto pasado, cuando se cumplió el límite legal de cuatro años de prisión provisional. Ayer, ratificó su inocencia ante el tribunal y sostuvo que en su día había confesado "por presiones de la Guardia Civil".

El acusado aseguró ayer que los agentes le "metieron en un cuarto" y le "tuvieron bajo presión" durante "trece o catorce horas" para que dijera que había sido él, al tiempo que le "estampaban contra la pared". "No podía más, me dolía la cabeza, el estómago, y estaba hecho polvo", añadió.

CUERPOS CARBONIZADOS A Gómez se le imputan las muertes de Elvira Montllor, dueña de una finca rural de Benifallim; Francisco Miró, tío de Montllor, y Rigoberto Esteve, trabajador de la explotación. Los cuerpos fueron hallados carbonizados el 20 de agosto de 1999, tras el incendio de la casa de Montllor.

La detención del acusado se produjo cinco días después. Entonces admitió haber golpeado a Elvira porque le había abroncado por orinar en un campo. El fiscal sostiene que Esteve presenció lo ocurrido y se convirtió en la segunda víctima. El tercer fallecido acudió a visitar a su sobrina y también fue asesinado.

Las continuas dilaciones en el juzgado de Alcoy forzaron la libertad de Gómez. Una juez y dos fiscales tienen abiertos expedientes por este retraso. El acusado admitió en su día que golpeó a sus víctimas, pero negó que las hubiera matado.