Los dos sospechosos del crimen de la Guardia Urbana, los también agentes del cuerpo Albert López y Rosa Peral, se sentarán a partir de este lunes en el banco de los acusados ante el Tribunal del Jurado de la Audiencia de Barcelona, como presuntos coautores del asesinato del novio de ella --también urbano--, por lo que se enfrentan a hasta 25 años de cárcel.

Tras formarse el jurado el viernes, con cinco mujeres y cuatro hombres de 47 años de media, las sesiones del juicio comienzan este lunes a las 10.00 horas con la lectura de los escritos y alegaciones previas, mientras que en los días siguientes será el turno de los testigos.

López y Peral declararán el 11 y el 12 de marzo, respectivamente, acusados del crimen cometido el 2 de mayo de 2017 en el domicilio donde ella convivía con la víctima, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona).

"De común acuerdo y en ejecución de un plan preconcebido", los dos sospechosos presuntamente acabaron con la vida de Pedro R., y después lo trasladaron en el maletero de su coche hasta la zona del pantano de Foix y lo quemaron, según el auto de apertura de juicio oral.

Coautores y agravante de parentesco

La fiscalía pide 24 y 25 años de prisión, respectivamente, para López y Peral al ser presuntamente coautores de un delito de asesinato --con agravante de parentesco para ella--, y también pide para ambos 10 años de libertad vigilada tras cumplir la pena de cárcel.

Según afirma el Ministerio Público en su escrito de acusación, los procesados presuntamente mataron a Pedro R. porque llegaron a la conclusión de que "por diversas razones obstaculizaba su relación y situación" sentimental, ya que habían sido amantes y supuestamente habían reanudado su relación.

La familia del asesinado, que pide para ambos 25 años de cárcel, apuntó en su escrito de acusación que uno de los motivos por los que los dos agentes le mataron era que temían que la víctima pudiera "airear y dar publicidad" a datos que implicaban a López en la muerte de un mantero en el 2014.

En cambio, los dos sospechosos han reclamado su libre absolución al atribuir al otro la culpabilidad de los hechos, y en el caso de Peral, su defensa pidió como alternativa la apreciación de la eximente del miedo insuperable, y subsidiariamente de forma incompleta o como atenuante.

Según el escrito de defensa de Peral, López estaba obsesionado con ella y no aceptaba su relación con Pedro R., por lo que acudió al domicilio de Vilanova y supuestamente cometió el crimen con un hacha.

Ella no llamó a la policía "dado que Albert López le había confiscado su teléfono móvil y el teléfono fijo de casa no funcionaba; además, el pánico que sentía por lo que pudiera pasar a sus hijas, la paralizaba".

Versiones distintas

La versión de López es totalmente contraria y, en su escrito de defensa, asegura que Peral le confesó que había matado a Pedro R., que le mostró el maletero del vehículo con el cadáver y que ella le explicó que habían tenido una discusión muy fuerte y que su novio la había agredido delante de las niñas, por lo que "ella lo había matado".

Según López, Peral decidió "culparle a él" del crimen al ver su indecisión respecto a no delatarla y por el fracaso de sus coartadas iniciales, que buscaban culpar a su exmarido u otros de la muerte de Pedro R.

Nueva prueba

Al comenzar las sesiones el lunes, la fiscalía también puede pedir durante las cuestiones previas que se añada al juicio la información sobre una llamada que los dos acusados realizaron poco antes del crimen, una prueba que puede conectar a ambos con la muerte y ser clave para probar que la planearon.

En las siguientes sesiones del juicio será el turno de los testigos, entre los que habrá mossos d'Esquadra y mandos de la Guardia Urbana, como un intendente mayor --el jueves 13 de febrero, según el guión--.

Las sesiones están previstas de lunes a jueves y el juicio durará previsiblemente hasta el 16 de marzo, día para las conclusiones y los informes finales, aunque el guión puede ser alterado a medida que avancen las sesiones.