Los siete jóvenes acusados de secuestrar y torturar a un hombre con discapacidad en Manacor sabían de su limitación intelectual antes de comenzar el 'concurso'. La víctima explicó a la Policía que informó a los sospechosos de su situación y estos así lo han ratificado, aunque alegan que no conocían qué tipo de discapacidad era y que su comportamiento no les pareció extraño. El perjudicado contó que los acusados suavizaron o detuvieron algunos de los castigos cuando se quejó, pero señaló que decidió «no negarse a cumplir» por miedo a recibir «una paliza». «Yo no supe parar y ellos tampoco», afirmó.

El hombre ideó el concurso, prometiendo premios de hasta 3.000 euros, y reclutó a los siete participantes en febrero a través de las redes sociales. Todos se encontraron el viernes por la tarde en una vivienda en Manacor, donde firmaron un contrato y una autorización de la víctima a que le hicieran «todos los cambios y destrozos». Le habían quitado ya la cartera y el móvil. Al no superar las pruebas previstas, le infligieron los castigos, pactados anteriormente según el propio organizador. Lo depilaron, le tatuaron el pecho, le arrojaron agua fría y lo ataron a una silla. El denunciante admite que cuando pidió parar o rechazó alguna de las pruebas lo hicieron e incluso lo abrigaron y ofrecieron llevarle a un hospital porque dijo sentirse mal por el frío, pero lo rechazó.

El sábado lo llevaron a un súper vestido de mujer, le hicieron varios tatuajes más, le pegaron los labios y le cosieron los dedos de los pies. Según dijo, tras estas prácticas quiso detener el concurso, pero la actitud «agresiva» de los participantes, sus gritos e insultos, le atemorizó y decidió continuar por temor a recibir «una paliza».

Ya el domingo por la mañana anunció que daba por finalizado el juego y mostró sus reticencias a pagar a los acusados el dinero pactado. Según la víctima, varios de ellos le amenazaron: «Como no me pagues, te meto una hostia».

Cuando iba a regresar a Palma con dos de los acusadas, avisó a una amiga, que alertó a la Policía.