La sentencia del Tribunal Constitucional ha supuesto un "espaldarazo" a los afectados de las zonas de bares de Moncasi y del Casco Histórico de Zaragoza. "Por primera vez se dice alto y claro que el ruido no es sólo una molestia, sino una fuente de contaminación que vulnera los derechos fundamentales de la persona", comentó el presidente de la Asociación Moncasi La Huerva, Ignacio Sáenz Cosculluela. Su homólogo del colectivo Casco histérico, Pedro Merchante, lamentó que este tipo de sentencias tarden tanto tiempo en llegar. "Hay que esperar años y mientras los vecinos sufren los daños, a los propietarios de los bares sólo se les aplican multas ridículas", dijo. Ambos subrayaron la doctrina que sienta en España este fallo y lo tildaron de "espaldarazo judicial".