La Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA) decidió este martes retirar a sus trabajadores en Guinea, Liberia y Sierra Leona para garantizar su seguridad ante el avance del virus del Ébola en África occidental, donde ya ha causado más de 1.000 muertos.

La JICA ha decidido enviar por el momento a la veintena de empleados nipones con que cuenta en estos tres países a Ghana, según explicó el organismo a medios nipones. La decisión se ha adoptado al analizar los últimos datos difundidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que contabiliza ya 1.013 muertes repartidas entre estos tres países (además de incluir dos fallecidos en Nigeria) desde diciembre pasado debido a la propagación del mortífero virus.

"Nuestra prioridad aquí es la seguridad de estas personas y hemos adoptado la decisión que consideramos más adecuada, que es la de evacuarlas temporalmente", explicó un portavoz de la agencia a la cadena pública NHK. La veintena de japoneses que ha enviado JICA a estos tres países son expertos y técnicos en los campos de sanidad o agricultura.

La agencia los irá desplazando a Ghana a lo largo de la semana, pero no cerrará sus oficinas en esta región, la cuales serán de momento gestionadas por trabajadores locales.