Ante la celebración el viernes del Día Mundial de los Humedales, la organización SEO/BirdLife ha hecho balance de la situación de estos espacios en España y la conclusión es que todo está como hace un año. Igual de mal, concretamente. Cuarenta de los setenta y cuatro ecosistemas incluidos en el Convenio Ramsar siguen, según su evaluación, en un estado de conservación «pobre» o «muy pobre».

Su análisis establece que sesenta de esos humedales sufren una presión global «alta» o “muy alta». De los otros catorce no tienen información por estar fuera del programa de seguimiento de áreas para aves de los que los extraen y porque el Gobierno, denuncian, incumple su obligación de actualizar la situación.

Roberto González, responsable de aguas de la organización explica que los números son similares a los de hace un año. «Básicamente la situación es la misma, aunque en términos particulares hay algunos en peor situación. Hay dos casos muy concretos que son Doñana y el Mar Menor, que ha colapsado», resumió. Para ambos la receta es similar pues pasa por establecer modelos agrarios compatibles con sus cuencas.

Entre las amenazas más destacadas está la gestión del agua. El 70% de los humedales analizados están contaminados, bien por abonos, por metales en los sedimentos o directamente por vertidos ocasionales. El otro gran problema de los humedales españoles es la sequía.