Los Mossos d’Esquadra han detectado en Cataluña la viralización de un vídeo de pornografía infantil a través de WhatsApp. La policía catalana tuvo constancia por primera vez de la existencia de esta grabación hace pocos días, cuando llegó a un grupo de WhatsApp de madres de una escuela de Vilanova i la Geltrú. Tras recibirlo, y contemplar la gravedad de los hechos que mostraba, algunos de los miembros de este chat avisaron a la policía autonómica. El menor que sufre la agresión sexual es un bebé. Las imágenes no daban ninguna pista sobre el lugar en el que había sido grabado el vídeo ni tampoco sobre la identidad del agresor ni de la víctima. Ambos aparecen con la cara tapada.

Los agentes localizaron al primer emisario que había compartido este vídeo con el chat de madres de la escuela el 21 de febrero, un día después de recibir la primera denuncia. La pista conducía a una mujer marroquí y a su cuñada, de la misma nacionalidad. Tienen 43 y 36 años. Al parecer fue la segunda quien, tal vez por error, compartió el vídeo con el grupo de WhatsApp.

Según fuentes policiales, las dos mujeres, mientras fueron interrogadas por los Mossos, cayeron en contradicciones. Además, mostraron «una nula voluntad» de colaborar con los agentes para aclarar de dónde había salido esta grabación. Ni siquiera cuando llegó una intérprete que posibilitó que pudieran ser interrogadas en su lengua, dieron una explicación convincente sobre cómo habían conseguido el vídeo.

A pesar de que no existen sospechas de que se trate de pedófilas, las dos mujeres quedaron finalmente arrestadas por posesión y distribución de una grabación de pornografía infantil. Sus dos teléfonos móviles fueron requisados. El juzgado de guardia ha decretado su ingreso en prisión preventivamente.

Los Mossos han recibido recientemente dos nuevas denuncias procedentes de dos ciudadanos de origen magrebí residentes en Santa Coloma de Gramenet y en Barberá del Vallés. Estos dos nuevos avisos, motivados por la recepción del mismo vídeo, han alarmado a la policía, que ha constatado que la grabación se ha viralizado.

Estos nuevos denunciantes han detallado que han sido contactos de su entorno más cercano quienes han enviado el vídeo a través de WhatsApp. Lo han hecho porque junto con este archivo se envía otro de audio en el que una persona pide en árabe que se dé la máxima difusión a este documento con la esperanza de encontrar a la madre del pequeño.

Según ha podido saber este diario, personas que no forman parte de la comunidad musulmana también aseguran que lo han recibido en su teléfono móvil. Se trata de imágenes «muy duras» que han obligado a intervenir a la Unidad Central de Delitos Informáticos.