Los vecinos del barrio de Gamonal, en Burgos, cuya protesta ha dado la vuelta a España, consiguieron ayer tras una semana de movilizaciones su ansiado objetivo de que el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle (PP), diera marcha atrás en su empeño de transformar en un bulevar la principal vía de la barriada.

El regidor ya había anunciado el pasado martes la paralización "temporal" de las obras para abrir un periodo de reflexión e intentar buscar un consenso con los vecinos y el resto de fuerzas políticas. Fue después de constatar que la respuesta ciudadana, pacífica durante el día y de carácter violento por la noche, con la quema de contenedores y el lanzamiento de piedras contra las sucursales bancarias, lejos de menguar, iba en aumento.

La suspensión provisional de los trabajos por parte del consistorio no había conseguido calmar las aguas, dado que los vecinos mantuvieron sus protestas y estas lograron aún más eco al recibir el apoyo de decenas de movimientos ciudadanos que llevaron su respaldo a Gamonal desde varias capitales españolas. En Madrid se registraron cortes de tráfico y varios episodios de violencia callejera y en Barcelona varios centenares de personas se manifestaron y algunos de los participantes rompieron las lunas de una cafetería.

RECTIFICACIÓN DE LACALLE En primera instancia, el PP en el pleno del Ayuntamiento de Burgos había rechazado ayer las mociones de la oposición que le instaban a detener definitivamente una obra que los residentes de Gamonal rechazan porque prefieren destinar los ocho millones de euros presupuestados en la misma a fines sociales, para dar respuesta a los graves problemas que sufre la barriada, muy castigada por el desempleo. Sin embargo, unas horas después, Lacalle rectificó y anunció "la imposibilidad material" de ejecutar la construcción del bulevar. Como justificación, argumentó que para él es más importante "la convivencia" de los vecinos que "40, 50 o 60 obras".

Los habitantes de Gamonal recibieron la noticia con "muchísima alegría", según explicó Manolo Alonso, uno de los promotores de las protestas, quien achacó la marcha atrás del alcalde a la "perseverancia" vecinal y a la "solidaridad" recibida. Una vez logrado su principal objetivo, los residentes del barrio de Gamonal se centrarán en intentar "asentar" el movimiento, de ahí que prevean mantener las asambleas en la calle.

Tras conocer la suspensión definitiva de las obras, alrededor de 4.000 vecinos de Gamonal salieron anoche a la calle y recorrieron, como ha sucedido desde el día que se produjeron las primeras detenciones, el trayecto entre el lugar donde comenzaron las obras, en la calle de Vitoria, y la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía. En el transcurso la manifestación se produjeron algunos enfrentamientos con la policía y al menos dos vecinos y un agente resultaron heridos, según informó la asamblea vecinal.

La revuelta burgalesa se coló ayer además en las comparecencias ante la prensa tanto del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como de la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría. Ambos intentaron refutar la idea de que las protestas van más allá de las obras del polémico bulevar y hunden sus raíces en el malestar por los recortes y la corrupción.

De hecho, el jefe del Ejecutivo sacó pecho de que, hasta ahora, los ciudadanos españoles han "estado a la altura" ante las medidas "difíciles" que, debido a la crisis, se ha visto obligado a adoptar su Gobierno.