El Gobierno ultima un real decreto que pretende frenar la expansión de las apuestas deportivas online, que se ha revelado como una nueva forma de adicción sin sustancia, como internet, las compras compulsivas o el móvil y como tal se ha incluido en el Plan de Acción sobre Adicciones 2018-2020. Solo en apuestas deportivas, los jugadores han aumentado en el 2018 casi un 30% más respecto al año anterior y ya son 800.000 los que se conectan cada mes, según cifras del estudio del último trimestre de este año de la Dirección General del Juego, del Ministerio de Hacienda.

Las apuestas deportivas, y sobre todo las de fútbol, son ya la primera actividad del juego online (72,3%), con un volumen de operaciones de más de 97 millones de euros anuales (el 53% del negocio). Le siguen el casino, con 60,85 millones (el 33,4%), y el poker, con 19,81 millones (el 10,9%). Y atraen mayoritariamente (83,3%) a un varón de entre 26 y 35 años que gasta una media de 261 euros, con un perfil social medio alto o bajo.

Los menores, según varios estudios, han irrumpido con fuerza en este mercado, lo que ha hecho saltar todas las alarmas. “El 14% de los jóvenes de entre 16 y 17 años apuesta online, y uno de cada tres apostantes menores tiene menos de 15 años”, afirma Antonio Rial, profesor de psicología de la Universidad de Santiago de Compostela y autor de varios estudios sobre el tema, algunos vinculados al Plan de Acción sobre Adicciones (antiguo Plan Nacional contra las Drogas). "Son chicos que se conectan a partir de medianoche, desde el móvil y a quienes sus padres no les fijan límites", insiste.

Ante esta situación, el nuevo decreto, instado por Podemos, regulará la publicidad de juego online de forma similar a lo que se hace con el tabaco: alejándola del horario infantil, de acontecimientos deportivos y vetando anuncios con famosos, además de exigir que se identifique de forma efectiva a los menores. El Consell de l’Audiovisual de Catalunya o la CNMC habían hecho también recomendaciones en este sentido.

PRESENCIA EN EL FÚTBOL

El sector, que está regulado en España y controlado "en tiempo real" por el Ministerio de Hacienda, según la patronal JDigital, lleva tres años muy presente en las competiciones deportivas y especialmente en el fútbol. Hay anuncios y patrocinios de empresas de apuestas en programas deportivos de radio, vallas de los estadios, televisiones y webs. La Liga de Fútbol Profesional y todos los clubes de la Primera División Española, excepto la Real Sociedad, tienen un acuerdo con alguna empresa de apuestas deportivas online, y su publicidad figura en la camiseta de equipos como el Girona.

También jugadores de primer nivel han prestado su imagen a alguno de los 30 operadores de apuestas que tienen licencia en España. Y desde las webs de las empresas de apuestas se pueden ver, incluso sin registrarse, deportes cuyos derechos no ha adquirido ninguna televisión española, incluidas la Liga Italiana de fútbol o la NBA. Son el gancho para captar al internauta y conseguir que apueste mientras ve el partido. Solo entre enero y junio de este año, según datos del estudio de la empresa de apuestas Codere y la Universidad Carlos III el sector de las apuestas deportivas online movió más de 3.229 millones de euros en España.

Aunque los menores tienen prohibido apostar online y las casas de apuestas advierten que has de ser mayor de 18 años y aconsejan verificar la identidad, los expertos alertan de la facilidad para hacerlo. “Robar la tarjeta de crédito a los padres, aunque sería lo más fácil, no suele ser lo habitual. Los menores suelen utilizar la tarjeta monedero SafePayCard o acuden a máquinas de apuestas deportivas en los bares, en las que no se comprueba la identidad”, señala Rial.

COMPROBAR LA IDENTIDAD

Las empresas de apuestas acceden al registro de DNI del Ministerio del Interior para comprobar que el documento no es de un fallecido o de jugadores que tienen vetado el acceso a los casinos, y afirman que también revela si son menores, algo que algunos expertos ponen en duda.

“Las casas de apuestas usan una estrategia de comunicación muy perversa que vincula las apuestas a diversión y a vivir. Además, en las webs hay un montón de anuncios de microcréditos rápidos, de empresas que pueden llegar a cobrar intereses de hasta el 5.000% de interés por lo que un préstamo de 50 euros se convierte en 500 en tres meses. Son directamente publicidad engañosa a la que están expuestos los menores”, critica Rial.

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La comunicación también se orienta a un público muy joven. Los e-Sports son el nuevo filón e Instagram, el nuevo escaparate. En internet, la inversión publicitaria del sector es grande: 157.512.788 millones, según el Anuario del Juego en España 2018. De ellas, el 52,4% son anuncios directos, otro 34% son descuentos para que los internautas los inviertan en las plataformas (hasta 350 euros se llegan a ofrecer gratis) y otro 8,79% se destina a pagar los llamados programas de afiliados; es decir, recomendaciones con enlace en otras webs. Solo un 3,8% de la publicidad son patrocinios.

El sector también persigue mejorar su imagen con campañas de juego responsable y apoyo a asociaciones de exludópatas. En el Reino Unido acaban de pactar reducir la publicidad en eventos deportivos. Y están invirtiendo en empresas de tecnología como Playtech, que desarrolla programas basados en inteligencia artificial para detectar fraudes y conductas de riesgo.