MEl simple consumo de dos filetes de salmón de piscifactoría al mes basta para que un ser humano ingiera una cantidad de contaminantes orgánicos superior a los límites de seguridad establecidos por la Agencia de Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA). Si el consumo de este pescado es de un par de filetes a la semana excedería los límites de seguridad establecidos por la OMS (Organización Mundial de la Salud). Esta alarma se hizo publica ayer por la revista científica norteamericana Science .

Científicos estadounidenses y canadienses han encontrado en salmones de acuicultura --han analizado más de dos toneladas-- altos índices de 14 contaminantes organoclorados, como PCB, DDT, HCB, dioxinas y otros. Todos ellos están incluidos entre los tóxicos más nocivos para el ser humano. Pueden provocar alteraciones en el sistema nervioso, reproductor e inmunológico, e incluso cáncer.

EUROPA A LA CABEZA Los salmones de acuicultura europeos son los más contaminados del mundo, con índices hasta 14 veces superiores a los encontrados en salmones silvestres. Europa es el principal productor de salmón de acuicultura, con cerca de 600.000 del millón de toneladas que se producen anualmente en el mundo, bajo el liderazgo de Noruega, Escocia, Islas Faroe, Irlanda e Islandia. Los otros grandes productores dedicados al salmón son Chile, Canadá y EEUU.

"Los grandes predadores marinos como salmones, atunes o delfines pueden acumular en su organismo niveles de contaminantes millones de veces superiores a los que se encuentran en el mar. Esto no solo pone en peligro su supervivencia sino la de quienes consumen estas especies", afirmó Alex Aguilar, profesor de la Universidad de Barcelona, especialista en contaminación de organismos marinos y miembro de Oceana. La clave está en que los salmones son peces muy voraces y acumulan todos los tóxicos que encuentran cuando comen sus presas.

LAS CRITICAS De todos los salmones analizados, los procedentes del Mar del Norte son los que presentan niveles más altos de toxicidad. La industria salmonera escocesa estaba ayer en pie de guerra por el alarmante informe de Science . Los resultados de la investigación fueron calificados de "muy engañosos" por la Scottish Quality Salmon (SQS), que representa el 65% de la producción escocesa. "Los beneficios de los ácidos omega que se encuentran en el salmón son mucho más beneficiosos que los efectos negativos de esos bajísimos niveles de contaminantes", afirmó John Webster, asesor de SQS.

También el presidente de la Food Standars Agency, la agencia británica que vela por la seguridad de los alimentos, aseguró que los niveles detectados de contaminación "están dentro de los límites de seguridad reconocidos internacionalmente".

Las autoridades estadounidenses consideran que "no hay razón para preocuparse" por los riesgos del salmón, informó la agencia que controla los alimentos.