El informe del Worldwatch Institute El estado del mundo 2004 , presentado ayer en Barcelona, pone de relieve que la fórmula de producir alimentos de manera intensiva es desastrosa, porque acaba con los recursos naturales de la Tierra y, además, ejerce un efecto dañino sobre la salud de las personas.

El Worldwatch Institute lleva 30 años diagnosticando la salud del planeta. Sus trabajos, avalados por la independencia de sus colaboradores, figuran en los despachos de los principales dirigentes. Y surten efecto, porque las principales empresas de alimentación del mundo ya han anunciado tímidos cambios en sus sistemas de producción. El Centro Unesco presentó el informe en Barcelona sólo 12 horas después de que el Worldwatch lo divulgase desde Washington para todo el mundo.

Danielle Nierenberg, especialista en seguridad alimentaria y una de las coautoras, fue la encargada de explicar la génesis del problema que empieza con un solomillo de ternera; delicioso, pero nada inocuo. Si el animal en cuestión no pastó libremente por campos y arroyos, sino que creció en una granja intensiva, se tuvieron que invertir 25.000 litros de agua, además de pienso y medicamentos antimicrobianos, sólo para obtener 250 gramos de carne.

MANZANAS DE LAS ANTIPODAS "Se consume un alimento, pero no se tienen en cuenta los recursos necesarios para llegar a obtenerlo", subrayó Nierenberg. Pero el problema no lo plantea sólo el solomillo. "Las manzanas que se consumen llegan de la otra punta del planeta, con el coste de energía que se requiere para su transporte; el consumo de pescado está vaciando el mar", añadió. "La alimentación ejerce casi el mismo impacto que el transporte en el medio ambiente", dijo.

La producción de carne se ha multiplicado por cinco desde el año 1950. Y la obesidad "se está convirtiendo en una epidemia, no sólo en los países más ricos, sino también en los centros urbanos de los países pobres", señaló Nierenberg.

"No decimos que haya que dejar de comer carne, sino comerla mejor", sostuvo. La solución, según el Worldwatch, está en volver a la agricultura y la ganadería tradicionales y al uso de productos locales. "Quienes consumen alimentos biológicos u orgánicos reciben sólo una tercera parte de los residuos de pesticidas, con lo que disminuye el riesgo sobre su salud", explicó.

REACCION DE LAS EMPRESAS Firmas importantes ya se han hecho eco de que deben cambiarse los sistemas de producción. McDonald´s ya no utiliza huevos de gallinas de granjas en batería. Kraft piensa reducir sus porciones y eliminar algunos de los productos menos saludables. Wendy´s, Burger King y Kentucky Fried Chicken han contratado a especialistas en bienestar animal.