Los altos precios siguen siendo un obstáculo para el acceso a nuevos fármacos contra el VIH y a las pruebas de medida de la carga viral, la forma más rápida de comprobar la efectividad de un tratamiento. Así lo indican dos informes de Médicos Sin Fronteras, que apuntan a la necesidad de la colaboración entre países para llegar a más afectadas.

"Casi 12 millones de personas están recibiendo terapia antirretroviral en los países en desarrollo", explicó Jenifer Cohn, directora médica de la campaña de acceso a medicamentos esenciales de la oenegé. "Cada vez más, las personas con VIH empiezan antes el tratamiento. Necesitamos mejores tratamientos de primera línea y medicamentos de segunda línea más asequibles", dijo.