Los organizadores han puesto un límite de edad mínima de 18 años. Su nombre oficial: Spannabis. Es la primera Feria del Cáñamo y Tecnologías Alternativas que se celebra en España. El límite de edad se debe a la parte recreativa de la feria, dedicada a la planta del cannabis y sus efectos psicoactivos, aunque el cáñamo es mucho más.

En Barcelona ya se están levantando los estands que acogerán desde mañana y hasta el domingo a un centenar de expositores de todo el mundo, que en medio del intenso olor que desprende la planta esperan recibir a miles de visitantes, entre ellos 2.000 distribuidores relacionados con el cáñamo. El aspecto industrial del cultivo ocupará buena parte del espacio, para intentar quitar cierta polémica a una feria que no es del agrado de todos.

La idea es de un madrileño, Carlos Palomino, que en su estancia en EEUU, aprendió la aplicación agrícola e industrial del cáñamo. Llamó a conocidos en Barcelona porque, dice, en Madrid hubiese sido imposible montar Spannabis.

Equilibrio difícil

La página web de la feria explica que la fibra del cáñamo no tiene nada que ver con el cogollo de la planta, que contiene THC, el químico psicoactivo. La intención de la organización será encontrar en la feria el equilibrio difícil entre estos aspectos tan distintos, promocionando sobre todo el cáñamo como "un material tres veces más resistente que el algodón". O destacando que "una hectárea de cannabis puede producir tanta fibra útil como cuatro de árboles o dos de algodón". Según Oriol Vicente, portavoz de la organización, "cuando explicas a la gente todo lo que se puede hacer con el cáñamo, casi no se lo creen".