Ana María Furió (Valencia, 1972) es la vicepresidenta primera del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), organización que agrupa al movimiento de prevención del tabaquismo en España. Actualmente está formado por decenas de organizaciones, principalmente asociaciones de profesionales sanitarios y de la medicina, además de diferentes profesionales.

-¿Cuál es la medida más urgente para reducir el consumo del tabaco en España?

-Desde el CNPT nos movemos según el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco. Hay una serie de medidas que, sumadas, contribuirían a disminuir el consumo de tabaco o proteger la salud. La más importante: revisar al alza de la fiscalidad de todos los productos de tabaco o relacionados -algo que supone un aumento de los impuestos y del precio de una cajetilla de tabaco o cualquier otro dispositivo de consumo-. Se ha visto que ese impacto económico disminuye el número de consumidores que se inician en el tabaco, como los adolescentes.

-Y también contribuiría a que dejaran de fumar los que ya están fumando.

-Exacto. Además, existen otras posibles medidas, como el empaquetado neutro o crear espacios libres de humo: terrazas -donde actualmente no se está cumpliendo la ley-, estadios de fútbol o playas. Pero también piscinas comunales, paradas de autobuses y andenes de los transportes públicos. El objetivo debe ser proteger la salud general de toda la población, también la de los fumadores pasivos. Y reforzar el cumplimiento de las leyes que tenemos, la 28/2005 y la 42/2010.

-¿Las normas actuales se quedan cortas?

-Sí. Digamos que quedan pequeñas lagunas legislativas y no queda bien acotado todo. Así que se trata de dar un paso más y de ampliar. Otra opción, por ejemplo, es prohibir fumar en los coches no solo cuando viajen menores sino también los adultos. Y promover los hogares libres de humo, sobre todo si hay niños.

-¿Por qué se ha incrementado el consumo del tabaco en los últimos años?

-Realmente en España no ha habido un aumento del consumo. Según la Encuesta Nacional de Salud del 2017, que es la última que tenemos, el 24,4% de la población española mayor de 15 años es consumidora de tabaco. Pero veníamos de consumos mucho mayores. Sí que ha habido una incorporación de nuevos fumadores, por ejemplo la mujer. Y los jóvenes ahora se inician antes. Aunque sí: si nos comparamos con Europa, seguimos siendo uno de los países en los que más se fuma.

-El consumo de tabaco ha aumentado entre la gente joven.

-Hay que tener en cuenta la edad de iniciación. Ahora está en los 14 años: hemos ganado un año, pues hace unos 11 o 12 años se iniciaban a los 13. Pero, aunque hemos retrasado la edad del inicio, según la encuesta Estudes -que analiza la población de los 14 a los 18 años- el 34,7% de estos jóvenes han consumido tabaco en el último año. Hay que atender a la franja de edad, porque los porcentajes cambian según la encuesta en la que nos miremos. Pero sí que es verdad que entre los 14 y los 18 años tenemos a mucha población fumadora. Esto es lo que llama la atención. Algo no estamos haciendo bien con nuestros adolescentes.

-¿Por qué ocurre esto?

-Porque es una edad que se mira mucho en roles, en imágenes que recibe por internet, películas o series. Los adolescentes quieren probar cosas nuevas, experimentar. Por eso las medidas de impacto de las que hablábamos antes contribuirían a que los jóvenes no se inicien en el consumo, algo que marca mucho si la persona va a ser consumidora o no.

-¿Las terapias para dejar de fumar deberían ser gratis todas?

-Sí. A nivel sanitario, otra de las patas es ayudar a nuestros fumadores a dejar de fumar. Estamos hablando de intervenciones cognitivo-conductuales acompañadas de apoyo farmacológico: fármacos que ayudan a controlar y a disminuir los síntomas del síndrome de abstinencia y que aumentan las tasas de la misma. Es una suma de dos cosas. Creemos que la financiación de los fármacos es una de las medidas que también ayudaría. Estos tratamientos para dejar de fumar son económicamente más rentables que pagar la patología resultante de todas las enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco. Así que sí, esta sería otra de las medidas: financiar los tratamientos farmacológicos para dejar de fumar.

-¿Cuál es el país más avanzado en materia de legislación antitabaco?

-Cada país adscrito al Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco ha aplicado varias medidas. Destaca Australia, que ha introducido una tasa de fiscalidad y un empaquetado genérico. En este país el porcentaje de consumidores es muy bajo. En Reino Unido también. En Europa, el país donde menos se consume es Suecia.