La evolución de la epidemia del coronavirus preocupa en Andalucía, que se prepara ya para acoger en menos de un mes las multitudinarias concentraciones que provoca la Semana Santa, ya sea por las procesiones o el descanso playero. La influencia del virus inquieta también en carreras populares, ferias o incluso la final de la Copa del Rey. Siga la última hora del coronavirus, en directo.

El ejecutivo andaluz ya sugiere que la crisis sanitaria tendrá su reflejo en estos eventos, y abre la puerta a medidas excepcionales. Si mañana hay que tomar cualquier decisión, la que sea, por parte de este Gobierno, la tomaremos, zanjó el vicepresidente de la Junta, Juan Marín (Cs), porque es lo que un Gobierno responsable tiene que hacer. La Junta quiere que, en cualquier caso, el Ejecutivo central tome las riendas y coordine las medidas a adoptar entre las distintas comunidades autónomas debido a la interrelación entre todas ellas, al tiempo que solicita un fondo de contingencia para afrontar los gastos del coronavirus.

Marín no quiso mencionar expresamente ninguno de esos eventos que por las fechas en las que estamos, muchos tienen en mente y pueden verse afectados. Pero está claro que en juego se encuentra una de las actividades de mayor trascendencia en Andalucía: una tradición religiosa implantada a lo largo y ancho de toda la región que, además, se convierte en un potente incentivo económico.

Ambas dimensiones ya se está viendo perjudicadas, ya que muchas cofradías y hermandades han prohibido los besamanos y besapiés de las figuras que procesionarán en la semana de Pasión, pero además los últimos datos constatan la bajada de las reservas turísticas para las próximas semanas por la evolución del virus. A la Semana Santa, que congrega a visitantes de todo el mundo en la región, se suman en cualquier caso otros eventos extraordinarios como al Final de la Copa prevista para el 18 de abril.

Decisiones "del calibre que sean"

No se pueden tomar decisiones ni precipitadas, ni urgentes ni alarmistas, concedió Marín al final de la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de este lunes, pero lógicamente hay que garantizar siempre la salud de los ciudadanos". "Y si mañana hay que tomar cualquier decisión, sean del calibre que sean, la tomaremos, pero siempre atendiendo a los criterios profesionales y con la premisa de mantener por encima de todo y salvaguardar la salud de los andaluces, no les quepa la menor duda, prosiguió.

El Gobierno andaluz subrayó que desde el inicio de la epidemia en la región se tomaron todas las medidas necesarias para poder afrontar cualquier eventualidad, por lo que el vicepresidente quiso mandar un mensaje de tranquilidad. Preocupación, por supuesto, pero también preparados para cualquier eventualidad, apostilló, dejando claro que cualquier medida dependerá de la evolución del virus en Andalucía. Y trató de enmarcar cualquier actuación en un contexto de normalidad en la respuesta a la epidemia, recordando que en otras comunidades se han cerrado colegios y centros de mayores o aplazado carreras populares.

Reducción del 0,2% del PIB andaluz

En este sentido, el portavoz del Ejecutivo andaluz, Elías Bendodo, reclamó al Gobierno central que dé un paso adelante y no delegue las decisiones en las distintas comunidades, porque están pegadas unas a otras, y lo que ocurre en Extremadura afecta a Andalucía. Por este motivo, Andalucía reclamará la convocatoria de un Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para que se pongan en marcha un fondo de contingencia que permita afrontar el gasto extraordinario que las regiones tienen que afrontar con motivo de la expansión del coronavirus.

El impacto del coronavirus en la economía andaluza se estima en torno a una reducción del 0,2% del PIB, según los datos provisionales que maneja la Junta. No obstante, de acuerdo a los informes mundiales, el ejecutivo regional ya maneja dos posibles escenarios de impacto del coronavirus. Uno, según detalló el consejero de Economía Rogelio Velasco, que la enfermedad se contenga básicamente dentro de China y afecte sobre todo, pero de manera reducida a los países del sureste asiático, Japón, Australia En ese caso la reducción del PIB y del comercio mundial sería del 0,5%, señaló Velasco.

La otra alternativa es más dura, y contempla que el virus se extienda rápidamente por Europa y Latinoamérica, aquí será clave el grado de interrelación comercial y financiero con los distintos países. En el caso andaluz, la relación es intensa con la UE, que absorbe el 61% de las exportaciones y envía al 71% de los turistas que visitan Andalucía. En cambio, la actividad con China solo supone un 5% de las exportaciones andaluzas. Si va a afectar a la economía andaluza es porque en UE hay una catástrofe, si no, no, agregó Velasco.