España vivió la madrugada de ayer su segundo gran apagón en menos de una semana. Esta vez afectó a más de un millón de personas de las provincias de Huelva, Sevilla y Badajoz, que se quedaron sin luz durante casi tres horas. El incendio de un interruptor y el subsiguiente fallo en cadena de los sistemas automáticos de protección de la red eléctrica a lo largo de las tres provincias provocó la avería.

El fuego se originó sobre las 1.45 de la madrugada, por motivos que aún se desconocen, en uno de los interruptores del transformador de baja tensión de la central hidráulica de Guillena (Sevilla), propiedad de Endesa Generación. A partir de ahí saltó toda la red de transporte energético de las tres provincias.

Unos 250.000 abonados --cerca de un millón de personas-- se quedaron sin suministro, aunque la mayoría apenas se dieron cuenta. Gracias a lo intempestivo de la hora no se registró repercusión alguna en la vida ciudadana. Si no hubiera sido por la desconexión de algunos despertadores, que provocaron numerosos retrasos a la entrada de los trabajos, casi nadie se habría enterado.

El suministro pudo ser restablecido a las cuatro de la madrugada. Y a partir de ahí empezó el enfrentamiento entre Sevilla Endesa y Red Eléctrica Española (REE) sobre la responsabilidad del incidente.

Endesa aseguró que en el momento de producirse la explosión, su red de distribución ya había dejado de recibir energía procedente de la red de transporte de alta tensión --400.000 voltios-- de REE. El delegado de Esta en Sevilla, Antonio Lucio-Villegas, explicó, en cambio, que el incendio en Guillena provocó un cortocircuito que debería haber sido despejado por la propia central, pero no fue así y el error entró en la red de transporte. REE admite que "pudieron producirse fallos" en el sistema de protección, pero subraya que el fallo en origen se produjo en la estación de Endesa.

A la espera de conocer los resultados de la investigación que han iniciado las dos empresas, la Junta de Andalucía ha abierto un nuevo expediente informativo a Endesa por el corte de suministro, que se suma al iniciado la semana pasada tras otro apagón en Granada que dejó sin luz a más de 200.000 personas.

Por otro lado, las consecuencias del último apagón, el pasado jueves en Madrid, todavía son palpables. Unión Fenosa ha tramitado 7.053 reclamaciones tras el corte de luz que, en un primer momento, dejó sin suministro a 250.000 abonados. 901 expedientes ya están resueltos.