La investigación policial sobre el vídeo en el que un hombre bebido recibía insultos y vejaciones durante la pasada edición de la Campus Party llevó ayer a la detención de tres jóvenes, dos de Alicante, de 16 y 19 años, y uno de Valencia, de 18. La organización del encuentro cibernauta expulsó a 10 participantes que el 29 de julio grabaron y difundieron vía internet el vídeo, de unos 15 minutos, en el que los jóvenes se mofaban de un hombre de unos 60 años, compartían botellón con él y le obligaban a beber un vaso de orina.

Lo que, según fuentes policiales, hubiera quedado como "una broma pesada y de mal gusto" cobró tintes delictivos cuando el autor de la grabación volcó las imágenes en su ordenador y las transfirió por la red a los otros autores de la humillación.

Gracias a la denuncia de varios asistentes a la Campus Party, el incidente llegó a oídos de la dirección, que expulsó a los jóvenes "a perpetuidad" y avisó a la policía y a los padres. El análisis de las imágenes demostró que no hubo agresión directa, pero sí un supuesto delito contra la integridad moral de las personas.

Francisco Ragageles, director del certamen, desvinculó las vejaciones del espíritu de la reunión, y destacó que "fueron los asistentes los que denunciaron". "Cuando anunciamos la expulsión, el resto de chavales recibieron la noticia con una ovación, lo que demuestra que es un hecho aislado y que se trata de gente sana", explicó. Los tres detenidos han sido puestos en libertad, a la espera de una decisión de los jueces.