Doble crimen en un pequeño hotel de Sants. La policía está convencida de que al cliente venezolano lo asesinaron de dos disparos en la cabeza en un ajuste de cuentas entre bandas, y que al recepcionista del establecimiento lo mataron para no dejar testigos.

Los crímenes se produjeron a las 5.06 horas de la madrugada de ayer. Un vecino telefoneó al 091 para informar de que se estaba registrando una pelea en el garaje de la calle de Sant Germ , número 9, utilizado por la clientela del hotel Climent, que se encuentra a 25 metros escasos, en la Gran Via, número 304. Cuando se producía la conversación, sonaron dos disparos y, poco después, otros dos.

Los agentes de las tres primeras patrullas que llegaron se encontraron con dos tendidos en el suelo en un gran charco de sangre. Cada uno tenía dos disparos en la cabeza.

Poco después acudieron los inspectores de Homicidios que trataron de reconstruir los hechos. Según todos los indicios, un hombre, que llevaba encima un pasaporte venezolano a nombre de Alfredo Espinosa Oropeza, de 38 años, se entrevistó con un hombre en el parking a esa hora de la madrugada. Discutieron a gritos, ambos en un marcado deje suramericano.

HUIDA A PIE El asesino acalló los gritos de Espinosa de dos balazos, que le causaron la muerte al instante. La escena, según las pesquisas policiales, debió ser presenciada por el vigilante del hotel, Vicen§ S. L., de 47, vecino de la calle Sant Germá número 6, situado enfrente al garaje. Para no dejar testigos, el pistolero le descerrajó otras dos balas en la cabeza. Una vecina declaró que vio al asesino marcharse a pie. "Uno solo", según dijo, aunque la policía no descarta la presencia de algún sicario más. La muerte de Vicen§ conmocionó al vecindario.

Una compañera del trabajador asesinado aseguró que, según pudo averiguar, Vicen§ dejó a Espinosa la llave de la puerta pequeña del parking, porque el cliente tenía su coche estacionado allí desde hacía varios días. Al ver que tardaba se debió preocupar y fue a ver que pasaba. Y entonces se vio envuelto en el supuesto ajuste entre bandas.

Varias personas que trabajaban en un local cercano acudieron enseguida al garaje y reconocieron al vigilante del hotel, por ser vecino suyo. Sin embargo, no vieron al asesino. En cualquier caso, la policía descarta que el doble crimen sea obra de un atracador y lo enmarca dentro de la delincuencia internacional.

La policía examinó el coche, el parking y la habitación de Espinosa y encontró varios objetos y sustancias que la encaminan hacia el móvil de las drogas. El cliente utilizó un pasaporte de EEUU para registrarse en el hotel, según señalaron fuentes del establecimiento, que lo describieron como una persona correcta.

INTERVENCION DE INTERPOL La Jefatura Superior de Policía de Cataluña remitió ayer a Interpol las huellas y la copia del pasaporte venezolano que llevaba encima Alfredo Espinosa Oropeza.

Incluso, los investigadores dudan de que se llame así, y quieren que el organismo internacional busque en los archivos de las 181 policías asociadas. El hombre carece de antecedentes en España. Al menos con esa identidad.