El periodismo estadounidense está de luto, después de que un diario local de Maryland sufriera el peor ataque directo contra la prensa en muchos años. Un hombre armado con una pistola, una escopeta y granadas de humo mató el jueves a cinco trabajadores de The Capital Gazette e hirió a otros dos antes de ser detenido. Entre los muertos hay dos editores, un reportero, una comercial de ventas y un estratega de publicaciones. Las autoridades identificaron ayer al asaltante como Jarred Ramos, un hombre de 38 años que había presentado varias demandas contra el diario de Annapolis y lanzado una campaña contra sus periodistas en las redes sociales. Ramos presentó la primera demanda por difamación en 2012, después de que el rotativo publicara un artículo sobre acoso del que se declaró culpable contra una antigua compañera suya del instituto. Ramos perdió aquella demanda y solo unos meses más presentó otra alegando invasión de su privacidad. Ingeniero informático y exfuncionario del Gobierno, no había tenido hasta entonces antecedentes penales. A pesar de la devastadora tragedia, el que pasa por ser uno de los rotativos más antiguos de EEUU salió a la calle un día después. En una edición solo dedicada al tiroteo, sus páginas de opinión aparecieron en gran medida en blanco. «Hoy nos hemos quedado sin palabras».