La unión de unos investigadores espaciales y un grupo de fotógrafos aficionados, amantes de las luces que iluminan el cielo nocturno en la zona de los polos, ha logrado encontrar una nueva forma de aurora boreal. Se trata de las "dunas boreales", unas formaciones que recuerdan a las acumulaciones de arena del desierto y que pueden hallarse a tan solo unos 100 kilómetros de altitud.

Los expertos recuerdan que la forma de una aurora boreal es, en cierto modo, como una huella digital que permite identificar de qué tipo de fenómeno se está hablando y, sobre todo, dónde se origina. En este caso, tras una exhaustiva revisión de miles de fotografías captadas por aficionados, un equipo de científicos se dio cuenta de que existían determinados patrones de luces verdes y con ciertas rayas (que recordaban a las dunas del desierto) que no encajaban en ninguna de las categorías preexistentes. Casualmente, unos días después de observarse esta discrepancia un grupo de fotógrafos volvió a observar esta peculiar forma en el cielo polar y avisó a los expertos.

El fenómeno fue observado y fotografiado en paralelo desde dos ciudades finlandesas, Laitila y Ruovesi. Y a partir de ahí empezó la investigación científica. Los investigadores lograron analizar un total de siete eventos similares para determinar las características de este tipo de auroras. Los resultados de este trabajo, publicados en la revista científica AGU Advances, sugieren que esta formación de luces surge de un agujero en la mesosfera, una capa de la atmósfera situada por encima de la estratosfera. Estas 'dunas', de hecho, se producen en la misma región en la que la energía electromagnética que se origina en el espacio se transfiere a este estrato.