Sin rastro de "Santiaguín". El oso atropellado la noche del sábado en la AS-227, que une las localidades asutiranas de Pola de Somiedo con Belmonte no dejó ayer ningún rastro: ni ramas rotas para seguir a su paso, ni huellas en los montes somedanos, ni ninguna pista que los guardas de la zona pudieran seguir para encontrarlo. El dispositivo para su búsqueda se ampliará este miércoles, ya que las probabilidades de que sobreviva disminuyen con el paso de los días. Aunque los guardas están sorprendidos por "la fortaleza" del plantígrado.

La búsqueda, con un gran operativo, comenzó el domingo. Un equipo de siete personas -entre guardas, guardias civiles, veterinarios y técnicos de la Consejería de Medio Rural- puso todos sus esfuerzos en dar con el oso "Santiaguín" para hacerle una valoración de los daños. Durante la madrugada del sábado al domingo había huido a la zona cercana al río Somiedo, escapando del ajetreo de coches, grúas y personas. Esa misma noche la oscuridad y la falta de medios complicaron la búsqueda, que se aplazó al día siguiente.

El domingo la preparación ya era mayor: sensores térmicos para trazar su recorrido, un cebo hecho con miel y una especie de trampa con un sistema inteligente, además de un perro para seguir rastros completaban el operativo. Sin embargo, no hubo suerte: consiguieron acercarse dos veces, pero el animal, herido en el costado derecho, se iba moviendo.

El lunes fue más duro: la noche les hizo perder el rastro y no lograron encontrarlo. Según los guardas de la zona, el animal está huyendo a zonas altas, lo que no es habitual dado que tienden a recuperarse en lugares cercanos al río. No obstante, eso no reduce las posibilidades de que esté herido: después de ver el vídeo que está circulando por redes intuyen que tiene fracturado todo el lado derecho. Las posibilidades de sobrevivir en la naturaleza disminuyen y el riesgo de infección aumenta.

Hoy el dispositivo tendrá más medios. Los guardas, preocupados, no cesan en su empeño. De momento creen que está vivo, pero también saben que existen posibilidades de encontrarlo muy herido y que no se pueda hacer nada por salvar al animal, de unos 150 kilos. No obstante, durante toda la semana estarán atentos y mantienen la esperanza. "Es sorprendente la fortaleza de este animal", reconoce Juan Díaz, guarda de la Patrulla Oso.