La ausencia de vigilancia policial en las costas marroquíes del Estrecho es la principal razón de la llegada de inmigrantes a las costas del sur de España en proporciones desconocidas en los últimos años, coincidieron hoy varias fuentes.

Según dijeron a Efe fuentes cercanas a la policía y también de una ONG de asistencia a los emigrantes, los agentes de la Gendarmería Real y las Fuerzas Auxiliares (cuerpo de apoyo antidisturbios) han estado concentrados en las dos grandes ciudades de la región, Tánger y Tetuán, pero ausentes de las costas del Estrecho.

Estas dos ciudades, como las del resto de la costa marroquí, están estos días con máxima ocupación turística.

Contactado por Efe, el Ministerio del Interior marroquí no ha dado su versión de los hechos ni explicaciones sobre lo sucedido.

Desde el colectivo de apoyo a los inmigrantes "Caminando fronteras" en Tánger, la española Helena Maleno, quien lleva varios años en labores de ayuda a los subsaharianos, explica a Efe que "nunca había visto nada similar: los inmigrantes saliendo al mar como quien va de excursión".

"Nada de salidas clandestinas. La gente empezó a correr la voz de que no había control, de que podían pasar de cualquier manera. Muchos se fueron con lo puesto, dejaron la mitad de sus pertenencias en sus casas de Tánger", agrega.

"Quien no lo vio es porque no quiso: salían de Cabo Espartel, de Cabo Malabata y hasta del puerto de Tánger Med", relata Maleno, que no encuentra explicación clara a lo sucedido, pero indica que horas antes de esta aparente "desaparición" policial ya corrió entre los emigrantes el rumor de que así iba a ser.

También ha podido influir el buen tiempo en la zona del Estrecho, con un mar inusualmente tranquilo durante muchos más días de lo habitual, dijeron residentes en la zona.

Este buen tiempo explica también la enorme afluencia de público a las playas del norte de Marruecos (como del resto del país), por lo que las salidas de las lanchas neumáticas pasan más fácilmente desapercibidas.

Solo en el día de hoy los agentes de Salvamento Marítimo español han rescatado a 681 emigrantes a bordo de 70 embarcaciones en las aguas del Estrecho, a los que hay que sumar los 300 llegados ayer, unas cifras inéditas desde hace años.

Las lanchas neumáticas en las que se trasladan los inmigrantes, que pueden llevar a unas diez personas, se encuentran con facilidad en algunos comercios de Tánger, donde son vendidas como embarcaciones deportivas típicas del verano y a las que es fácil acoplar un motor de gasóleo.

Por su parte, los medios marroquíes guardan silencio sobre esta oleada de embarcaciones irregulares.