No es lava, es un imponente alud de barro y piedras. Una tormenta caída en las inmediaciones de la localidad suiza de Grugnay ha provocado una singular avalancha de tierras que ha descendido por la montaña y ha penetrado en la población. Parte de la población quedó cubierta por el lodo.

Los vecinos compararon el fenómeno con una erupción volcánica, pero la supuesta 'lava' se desplazaba a mucha mayor velocidad.

Fuentes oficiales se felicitaron de que el siniestro no produjera heridos. Tan solo se registraron pequeños daños en coches y en algunas viviendas.