Ocupó muchas portadas y muchos minutos de informativo. Las fotos del cadáver de Aylán, el niño kurdo de tres años hallado muerto en una playa de Turquía dieron la vuelta al mundo. En aquel momento pareció que los páises se conjuraban para que no algo tan trágico no volviera a suceder. Pero ha pasado de nuevo. El cuerpo sin vida de un niño de entre cinco y siete años de edad de origen subsahariano fue encontrado este fin de semana en una playa del término municipal de Barbate por efectivos de la Guardia Civil. El cadáver del pequeño fue hallado en una zona de playa conocida como El Roqueo, en la pedanía de Los Caños de Meca, muy próximo al Faro de Trafalgar.

Salvamento Marítimo suspendió hace 12 días el operativo de búsqueda de una patera que había partido desde Cabo Espartel (Marruecos) y en la que viajaban cinco inmigrantes hallados sin vida en la costa gaditana el fin de semana del 15 de enero.

El pueblo de Barbate, en cuya costa fue hallado el cadáver mostró su repulsa y reclamó un cambio de las políticas migratorias para que hechos como este no se repitan. El alcalde de dicha localidad, Miguel Molina, dijo que el niño se llamaba Samuel, tenía 6 años y viajaba en la patera con la que desde Marruecos trataba de alcanzar la costa española con su madre, llamada Verónica y cuyo destino se desconoce por el momento.

Save the children remitió una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para exigirle las medidas que sean necesarias para garantizar entradas seguras de inmigrantes y evitar así casos como el de Samuel.

Por parte del Gobierno, el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, lamentó la muerte de Samuel y destacó la lucha contra las mafias que trafican con personas para evitar hechos como este.

El diputado de Podemos Juan Antonio Delgado pidió ayer explicaciones al subdelegado del Gobierno por «obstaculizar y ocultar esta tragedia», punto este que el Gobierno desmintió.