Las islas están sirviendo de plataforma". Esta expresión forma parte del mensaje que remitió el pasado lunes la unidad de Análisis de la Guardia Civil a sus unidades para alertar de la entrada en Baleares de "alijos importantes de hachís". Los agentes han redoblado la vigilancia entre el archipiélago y Barcelona y Valencia.

En su nota informativa número 2.979, del 20 de septiembre, la Dirección General de la Guardia Civil advierte del tráfico a gran escala que se produce desde Marruecos, de donde salen barcas planeadoras que atracan en puntos poco frecuentados de Mallorca, Menorca e Ibiza.

El informe revela que una pequeña parte de la droga se queda en las islas para el consumo interno, pero que el resto es transportado por vía marítima a Barcelona y Valencia. Desde estas dos ciudades se distribuye al resto de España y varios puntos de Europa.

Los expertos de la Guardia Civil llegan a esas conclusiones después de estudiar las últimas tres grandes operaciones contra el narcotráfico efectuadas en Baleares, los pasados 13 y 17 de julio y el 16 de septiembre. En esos casos, los traficantes transportaron la droga desde Marruecos en embarcaciones semirrígidas con motores de 700 caballos.

El mismo sistema fue empleado a primeros de mes, cuando los Mossos y la Policía Nacional desmantelaron una organización de 35 presuntos traficantes que entraron 12.000 kilos de hachís por la costa catalana en cinco meses. Los responsables de esa investigación subrayaron que el tráfico se había desplazado de Andalucía, donde hay más vigilancia, a la Comunidad Valenciana y Cataluña. La Asociación Independiente de la Guardia Civil (ASIGC) lamentó que en esa operación no participasen sus agentes, que controlan las costas.

NUEVA RUTA Ahora, el informe de la Guardia Civil revela una nueva ruta de la droga hacia Europa, vía Barcelona. Los agentes destinados en Baleares han recibido ya la orden de "extremar" sus investigaciones. "Deben controlarse --dice la nota-- las embarcaciones de alta velocidad que sean detectadas en puertos o clubs náuticos e indagar la identidad de sus propietarios, observar sus actividades y verificar sus domicilios".

Los responsables de la Guardia Civil agregan: "Cabe intensificar la inspección en los puertos de la llegada y salida de caravanas, autocaravanas y camiones frigoríficos".