El esperado veto a las bolsas de plástico gratuitas llegará al conjunto de España. La ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, anunció ayer que la prohibición comenzará el 1 de julio. A partir de esa fecha, según el real decreto aprobado por el Consejo de Ministros, todos los comercios cobrarán entre 5 y 15 céntimos. La normativa establece también que, a partir del 2021, las bolsas entregadas solo puedan ser compostables.

El Gobierno intenta enmendar así el enorme retraso en la lucha contra la contaminación causada por las bolsas de plástico. Tras un lento proceso, España iba a adaptarse a la normativa europea con un real decreto que prohibía a partir del 1 de enero del 2018 que los comercios (tiendas, supermercados y similares) pudieran distribuir de forma gratuita bolsas de plástico de un solo uso. Luego se aplazó a marzo, fecha que también se incumplió.

La confusión sobre la entrada en vigor de la medida ha causado que muchos pequeños establecimientos cobren por las bolsas desde primeros de año, al creer que ya estaban obligados. Las grandes superficies lo hacen desde hace años de modo voluntario.

El real decreto fija también unos precios orientativos recomendados dependiendo del espesor de cada bolsa y que oscilan entre los 5 y los 15 céntimos de euro por unidad. Sin embargo, las bolsas de plástico muy ligeras, de menos de 15 micras de espesor, seguirán siendo gratuitas «por razones de higiene o para contener alimentos a granel, como las empleadas para fruta, carne o pescado». Las bolsas gruesas (más de 50 micras) que tengan un porcentaje de plástico reciclado igual o superior al 70% también quedan exentas de la obligatoriedad del pago.

En enero del 2020 se dará otro paso adelante. La distribución de esas bolsas gruesas quedará prohibida si no alcanzan el 50% de plástico reciclado, una medida en la que Tejerina asegura que «España será pionera». También se vetarán las de plástico fragmentable, «por su contenido en aditivos que suponen un alto impacto ambiental». «Estableciendo esta fecha, se da margen a los comerciantes para liquidar su estoc y a los fabricantes para dejar de producirlas», sostiene el ministerio.

La organización ecologista Greenpeace, que lleva años liderando la lucha contra la contaminación por plásticos, discrepa de la medida que permitirá seguir suministrando bolsas a partir del 2021, aunque estas sean compostables. «Las bolsas biodegradables tienen un porcentaje muy alto de materia plástica que seguirá contaminando. Cuando lleguen al mar podrán ser ingeridas igualmente por una tortuga, o sus fragmentos por otros animales, como los peces que posteriormente nosotros mismos consumimos», critica Alba García, responsable de la campaña de plásticos de la oenegé.