El saldo de víctimas mortales de las terribles inundaciones que desde hace unos días azotan Serbia, Bosnia y, en menor medida, Croacia , se elevó ayer a 47. Cientos de miles de personas han tenido que ser evacuadas a consecuencia de los peores temporales de lluvia acaecidos en los Balcanes desde que se comenzaron a registrar los datos hace 120 años. Pese a que la lluvia está remitiendo, continúa la alerta por riadas, avalanchas y brotes infecciosos.

"Las consecuencias de estas inundaciones son terroríficas", aseguró ayer el ministro de Exteriores bosnio, Zlatko Lagumdzija. "La destrucción física no es menor que la destrucción que causó la guerra", añadió, en referencia a la contienda que sufrió el país entre 1992 y 1995.

Lagumdzija añadió que un millón de personas, o sea una cuarta parte de la población del país, se ha visto afectada y no tiene acceso a agua potable y que más de 100.000 viviendas y otros edificios de Bosnia han quedado inservibles. "Durante la guerra, mucha gente lo perdió todo. Hoy se han vuelto a quedar sin nada". Las áreas más perjudicadas son las del centro de Bosnia y las del norte, a lo largo del río Sava, que se desbordó, afectando también a parte del territorio de Serbia, donde al menos 25.000 personas fueron evacuadas.

Centenares de voluntarios ayudaron a preparar sacos de arena y colocarlos a lo largo de las orillas del Sava. Una de las principales preocupaciones es que el agua alcance la principal central eléctrica de Serbia, el complejo Nikola Tesla, situado a unos 30 kilómetros al sudoeste de Belgrado. Soldados y empleados de la central trabajaron durante toda la noche del domingo al lunes para erigir barreras con los sacos y proteger la instalación. Tanto Serbia como Bosnia han pedido ayuda internacional. "Esperamos una gran ayuda, porque no muchos países han experimentado una catástrofe así", afirmó el presidente serbio, Tomislav Nikolic. El primer ministro, Aleksandar Vucic, señaló que las pérdidas económicas de los destrozos ascendían a cientos de millones de euros.

La comisaria europea de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, afirmó ayer que la situación en Serbia y Bosnia es "extremadamente dramática" y dijo que ya han respondido 14 estados miembros, o sea, la mitad de la Unión Europea.