El barranco de Can Vila, donde han aparecido los restos, era hace 13 millones de años un bosque denso de clima tropical, como en el actual Borneo, y a la vez una zona en depresión, donde las corrientes podían arrastrar innumerables cadáveres. En el yacimiento se han hallado miles de restos de rinocerontes, elefantes, ardillas voladoras, tortugas y otros reptiles. Los investigadores creen que la misma riqueza podría extenderse a Masquefa y Piera (Barcelona), aunque la suerte no siempre está de cara. "Uno no encuentra un buen fósil, los buenos fósiles te encuentran a ti", dice Moy -Sol .