''¿Y qué? Lo siento, ¿qué quieres que haga?'', dijo el presidente Jair Bolsonaro este martes cuando le preguntaron sobre el nuevo record de muertes por coronavirus en Brasil. Con los últimos 474 casos registrados, el gigante sudamericano suma 5017 fallecidos a causa de la pandemia. Diversos diarios no pasaron por alto que ese número es mayor al computado en China, desde donde se propagó el covid-19 hacia el mundo.

Por otra parte, el número de contagiados reconocidos por el ministerio de Salud ascendió a 71.886, con un aumento de 5385 en las últimas 24 horas. Distintas universidades y especialistas consideran que la cifra de personas infectadas es por lo menos siete veces superior y que con el correr del otoño la situación empeorará.

El primer fallecimiento por coronavirus tuvo lugar el 17 de marzo. Las semanas transcurrieron en medio de la recurrente subestimación de los efectos de la pandemia por parte del presidente, al punto de calificarla de "gripecita", y la disputa de Bolsonaro con las regiones que decretaron contra su voluntad medidas de aislamiento social.

"Nadie negó nunca que tendríamos muertes", dijo el capitán. "Lamento la situación por la que pasamos con el virus. Simpatizamos con las familias que perdieron a sus seres queridos, que la mayoría de ellos eran personas mayores, pero así es la vida. Por supuesto, morimos y queremos tener una muerte digna, ¿verdad? ", añadió.

El oncólogo Nelson Teich asumió como ministro de Salud hace 12 días. Días atrás consideró que en Brasil no se detectaba un crecimiento explosivo de casos de coronavirus. Pero este martes, Teich reconoció que Brasil está experimentando un período de evolución ascendente de la curva de casos y muertes. "Lo que debe quedar claro es que es un número que ha estado creciendo. Tenemos que abordar esto como un problema, un empeoramiento de la situación", dijo.

Denuncias e investigaciones

En este contexto, un grupo de entidades de la sociedad civil, dirigentes políticos y juristas, presentó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una denuncia contra el Estado brasileño por violar el derecho a la información clara, precisa y científica. La presentación se ha fundamentado en las acciones y declaraciones especialmente de Bolsonaro que han afectado la salud de los brasileños. "El Estado, a través de la presidencia de la República, no solo adoptó medidas contrarias al mantenimiento de las personas en aislamiento social, sino que también les dificultó la vida".

El pasado lunes, el Tribunal Supremo Federal (STF) autorizó a través de uno de sus integrantes, Celso de Mello, la apertura de una investigación relacionada con los presuntos intentos del capitán retirado de interferir las tareas de la Policía Federal (PF) para proteger a sus hijos. Al abandonar el Gobierno, el ex ministro de Justicia, Sergio Moro, acusó a su ex aliado de tratar de controlar la PF para su propio beneficio y del clan familiar, el senador Eduardo Bolsonaro, el diputado Flavio Bolsonaro y, en especial, el legislador municipal Carlos Bolsonaro, señalado como responsable de los equipos de hostigamiento y difamación de adversarios en las redes sociales.