“Vamos de materiales duros a materiales más duros”. Con un poso de resignación, el portavoz del Colegio de Ingenieros de Málaga que participa en el dispositivo de rescate del pequeño Julen, Ángel García, explicó anoche que los trabajos marchan mucho más lentos de lo previsto.

Las dificultades en el terreno han obligado a detener la perforadora este lunes por la mañana, cuando el túnel vertical paralelo al pozo en el que cayó el niño de dos años hace ya más de una semana ha alcanzado los 52 metros de profundidad. Los técnicos analizan ahora cómo afrontar los últimos 8 metros de perforación de esa galería.

Cuando esté listo el túnel vertical entrará en acción la brigada de salvamento minero, que excavará de forma manual una galería horizontal para llegar hasta el punto donde está el niño. Visto el terreno, se estima que la brigada tardará hasta 24 horas en su labor.

MONTE DESTROZADO POR LAS EXCAVADORAS

Las horas van pasando, pero el desánimo no hace mella en los cerca de 300 efectivos, entre voluntarios y profesionales, desplegados sobre el Cerro de la Corona, en Totalán (Málaga). El monte luce completamente destrozado por las máquinas excavadoras que previamente han rebajado su cota unos 25 metros para abrir paso a la tuneladora. Según detalló García, a primera hora de la noche del domingo las tareas de excavación habían completado más de la mitad del túnel. Empezaron a buen ritmo, pero la geología les colocó pronto en su lugar.

“La velocidad de perforación está supeditada a los materiales geológicos que encontramos”, apuntó, “y estamos sobre una unidad geológica muy compleja formada por piritas y materiales de composición cuarcítica”. Ese es el motivo por el que, explicó, “en determinados momentos la velocidad de perforación es más lenta, y eso ralentiza toda la operación de la galería”. De hecho, debido a ese macizo rocoso que están encontrando, el dispositivo de rescate ha solicitado una nueva broca o corona, que anoche estaba en camino desde Guadalajara, más resistente y dura que la actual y que permita a la perforadora abrirse paso.

CINCO HORAS PARA ENTUBAR EL TÚNEL VERTICAL

Una vez concluida la perforación del pozo vertical, habrá que entubarlo, lo que supondrá entre cinco y seis horas más. Asimismo, el equipo de rescate que bajará por el túnel en una jaula de acero, construida en tiempo récord, ha pedido unos trabajos auxiliares para garantizar su seguridad, que llevarán otras dos o tres horas.

Será entonces cuando la Brigada de Salvamento de Hunosa, desplazada hasta Totalán la pasada semana en un avión del Ejército, pueda empezar a cavar manualmente con martillos neumáticos y pistolas una galería que les conecte con el punto donde se cree que está atrapado el niño. Abrirán una ventana un metro por encima y otro por debajo de ese punto. “Según su opinión y la tremenda experiencia que tienen en rescates y ejecución de trabajos parecidos, la duración de estas tareas podría prolongarse hasta las 24 horas”, precisó García.