La soprano Montserrat Caballé ha pagado 208.000 euros a la Agencia Tributaria para saldar la deuda de 508.000 euros que le reclamaba Hacienda por el impago del IRPF del ejercicio del 2010 y que propició la querella contra ella presentada por la Fiscalía de Barcelona, según confirmaron a este diario fuentes judiciales. La cantante lírica había desembolsado antes de su declaración como imputada ante el juez Josep Maria Miguel Porres, que se celebró el pasado 9 de mayo, otros 300.000 euros. Con estos dos desembolsos, la defensa de la artista pretende atenuar la pena que se le podría imponer a Caballé por la defraudación al fisco, al aplicarle la reparación del daño.

A pesar de estos pagos, el proceso judicial contra la soprano sigue abierto. Y es que la cantante no ha reconocido los hechos, que es uno de los requisitos para llegar a un acuerdo con la fiscalía y cerrar con una pena menor el proceso judicial. Caballé declaró ante el juez, que tuvo que desplazarse a su vivienda en Barcelona, que en el 2010 tenía su residencia en Andorra, donde se le ha localizado una cuenta corriente, y que solo se desplazaba a la capital catalana cuando tenía que viajar en avión o para visitas médicas. También afirmó que ese año no había ganado dos millones de euros, como sostiene la fiscalía en la querella.