La periodista congoleña Caddy Adzuba ha reclamado la creación de un Tribunal Penal Internacional (TPI) para la República Democrática del Congo similar al constituido para Ruanda de forma que los crímenes cometidos contra las mujeres de su país en los últimos 18 años "no queden impunes".

"¿Durante cuánto tiempo vamos a seguir insensibles al dolor de las mujeres violadas en la República Democrática del Congo?", ha proclamado tras recibir de manos del Rey Felipe VI el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia durante la ceremonia que se celebra en el Teatro Campoamor de Oviedo.

Adzuba, premiada como símbolo de la lucha pacífica contra la violencia que afecta a las mujeres, la pobreza y la discriminación a través de una labor que ha puesto su vida en peligro, ha aprovechado además la oportunidad que le daba la entrega del galardón para "pedir cuentas" a algunas multinacionales que operan en su país.

A su juicio, determinadas corporaciones han actuado en el Congo en busca de sus propios intereses y han contribuido a "asolar a sangre y fuego" su "gran y hermoso país" en el que se ha arrebatado la vida a más de 6 millones de personas "y su dignidad y su honor a más de 500.000 mujeres violadas".

La reportera africana, que ha querido compartir el galardón con todas las activistas que a lo largo del mundo luchan por defender los derechos humanos, ha recordado que la mujer congoleña "violentada y violada, ha perdido toda su dignidad y vive en la deshonra" después que sus órganos genitales fueran sometidos "a los ultrajes más viles" y se viera además condenada a la esclavitud sexual y rechazada por su propia comunidad.

"Lleva 18 años sufriendo: 18 años de tortura, 18 años de destrucción, 18 años de huida errante y desplazamiento, 18 años de pobreza extrema", ha subrayado antes de recordar también a los niños nacidos de la esclavitud sexual en tiempos de guerra y que son, a su vez, víctimas de violaciones cuando son niñas.

Este "círculo vicioso de sufrimiento y desolación" que pone en peligro el futuro del Congo "no es secreto para nadie" dado que varios informes de Organizaciones No Gubernamentales internacionales y de expertos de las Naciones Unidas han denunciado la masacre organizada y planificada en el este de su país.

Pese a los acuerdo de paz firmados en el Congo la tragedia se sigue produciendo en una guerra que no ha terminado y que "intencionadamente se ha relegado en el olvido", ha apuntado tras emplazar a los 1.600 invitados que seguían la ceremonia en el Campoamor a preguntarse por las razones de que estos hechos se perpetúen dado que es una cuestión que "atañe a todos".

"La paz y la dignidad humana, ¿son un lujo para las mujeres pobres? ¿Están condenadas a sufrir los horrores de una guerra que no han planificado?", ha planteado antes de recordar que los responsables directos e indirectos "se conocen" y han convertido al Congo en una víctima "de la inmensa riqueza de su subsuelo".

Adzuba ha puesto a España como ejemplo de un país que, tras una dictadura, ha construido en poco tiempo una nación donde se respetan los derechos humanos y la ha emplazado a utilizar su peso ante la comunidad internacional en favor de las mujeres congoleñas "que sólo piden poder vivir en paz y satisfacer las necesidades de sus hijos".

La periodista, que ha tenido un recuerdo para los periodistas fallecidos en conflictos, como el caso del español Julio Anguita, ha concluido su alocución con un llamamiento a los asistentes, a través de un poema de Gloria Fuertes, a unir sus manos para reconstruir la paz y la concordia en la República Democrática del Congo y devolver su honor y su dignidad a las mujeres violadas.