La última gran operación policial contra el narcotráfico en Cádiz y Málaga ha sacado a la luz los poderosos vínculos que permitieron al clan de Los Castañas convertirse en la principal organización de tráfico de hachís en España y una de las más importantes de Europa. Su alianza con la ‘Ndrangheta’ calabresa era la puerta que facilitaba el paso de la droga a Italia. El golpe policial se ha saldado con la detención de 44 personas, miembros de ambas tramas, y entre los que se encuentra un funcionario de prisiones al que habrían sobornado para intentar lograr la fuga de uno de los mafiosos italianos encarcelados en nuestro país.

A los arrestados se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal, cohecho, blanqueo de capitales, contra la salud pública, tenencia ilícita de armas, y falsificación de documento público. Además, se han ejecutado tres órdenes europeas de detención y entrega (OEDE) y otras tantas órdenes de búsqueda, detención y personación relacionadas con el caso.

La investigación, denominada 'Alianza' y llevada a cabo por la Guardia Civil y la Policía Nacional, se inició en marzo de 2016, cuando los investigadores detectaron contactos en la provincia de Málaga entre ciudadanos italianos y los cabecillas del clan de Los Castañas, Antonio y Francisco, que aún estaban en libertad y buscados por las fuerzas de seguridad hasta que fueron capturados en la segunda mitad del pasado año. La colaboración con los Carabinieri italianos determinó que se trataba de un conocido grupo criminal asentado en el país transalpino, los ‘Ndrangheta' de Calabria.

DROGA OCULTA EN CAMIONES

La organización estaba dirigida por un miembro de la ‘Ndrangheta’ con domicilio en Sotogrande (Cádiz). Supuestamente era la persona que ejercía de intermediario entre el suministrador de la droga, Los Castaña, y el resto de miembros de la organización en Italia. Según han informado fuentes policiales, una vez que el hachís llegaba a España tras cruzar el Estrecho de Gibraltar, era traslado hasta diferentes países de Europa, principalmente a Italia, oculta en el interior de camiones de empresas de transporte. La investigación policial ha podido concretar que la droga se camuflaba entre mercancías perecederas o incluso entre mobiliario.

La primera fase de la operación se precipitó tras la fuga de Samuel, el lugarteniente de Los Castaña que protagonizó una tumultuosa fuga del hospital donde se encontraba siendo atendido gracias a la ayuda de una veintena de compañeros encapuchados, que se presentaron armado con palos en el centro sanitario en febrero de 2018. Cuatro meses después, el narco era localizado junto a uno de sus hombres cuando se ocultaban en un hotel rural de Jimena de la Frontera (Cádiz) por el que pagaban más de 8.000 euros mensuales.

Después de estas detenciones, los investigadores detectaron que la organización delictiva tramaba la fuga de prisión de uno de los máximos dirigentes de mafia calabresa. Según fuentes de la investigación, la organización contaba con la ayuda de un funcionario de prisiones del Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre (Málaga), a quien habían sobornado para lograr apoyo logístico. La detención de este funcionario fue posible por la colaboración con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

El pasado mes de abril se llevó a cabo la segunda fase del operativo. Los agentes detuvieron a nueve personas en las localidades de Los Barrios, Algeciras, Guadiaro (Cádiz), Marbella, Torremolinos y Málaga, mientras que otras cuatro personas fueron arrestadas en Italia en una operación coordinada por el Juzgado nº 3 de Málaga, la Fiscalía Delegada Antidroga de Málaga y la Dirección del Distrito Antimafia de Milán de la Fiscalía de la República de Italia. Los 34 registros domiciliarios realizados en España e Italia han permitido la intervención de 2.744 kilogramos de hachís, 2,5 kilogramos de marihuana, 72.525 euros en metálico, 12 armas de fuego y 14 vehículos, entre otros efectos.

No es la primera vez que los agentes detectaban en el sur de España a líderes de los clanes mafiosos italianos. En diciembre de 2017 fue arrestado en Benalmádena (Málaga) uno de los principales líderes de la mafia calabresa, un prófugo de 69 años que ocultaba sus vínculos criminales bajo una pizzería de la localidad, y en febrero de este mismo año fue desarticulada una célula que, desde Alcalá la Real (Jaén), pretendía constituir un grupo estable en el sur de España con el fin de transportar y distribuir drogas entre ambos países.