La directora general de RTVE, Carmen Caffarel, defendió ayer en el club Siglo XXI que la financiación de la televisión pública se considere un "gasto social". Caffarel argumentó que la importancia de la televisión en el "proceso de formación de los niños y adolescentes" la hace merecedora de ser considerada por los gobiernos como "una necesidad objetiva".

La responsable del ente público recordó que los niños de 4 a 12 años permanecen 1.400 horas al año frente al televisor mientras que pasan sólo 800 en clase. Entre las razones para considerar que la tele desempeña una función social, citó que "garantiza el derecho a la información y contribuye a la formación cívica, cultural y social de los ciudadanos".

Caffarel aseguró que, en los seis meses que lleva en el cargo, la televisión pública ha superado el estado de "quiebra moral y de confianza" y "ha recuperado la credibilidad tras la incorporación de la pluralidad social y de la independencia profesional en los informativos".

Para que la calidad de RTVE sea equiparable a la del resto de cadenas públicas europeas, habrá que esperar al 2005. Será entonces cuando los espectadores podrán ver cambios profundos en la programación.

Caffarel describió el panorama audiovisual español como un impedimento para "combinar primacía en audiencia y calidad" y dejó claro que apuesta por la segunda pero sin renunciar a conseguir más espectadores: "Una televisión pública no puede entrar en una competencia a la baja en los contenidos".

La directora condicionó la concreción de los cambios en cuanto al modelo y sistema de financiación del ente al informe que prepara el llamado comité de sabios , que estará listo en febrero. No obstante, insistió en que no es partidaria de privatizar ni en todo ni en parte el ente.