Investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) y del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona han descubierto que en el 55% de un subtipo de tumores de mama se producen cambios biológicos entre el cáncer inicial y la metástasis, y que cuanto más tiempo pasa entre su origen y su expansión, más agresivo es el cáncer.

El estudio, publicado en la revista Cancer Research, remarca la importancia de caracterizar bien a nivel genético las metástasis en el cáncer de mama porque los investigadores han descrito, por primera vez, que cuanto más tiempo pasa desde que se origina el tumor hasta la aparición de metástasis, más agresivo se vuelve.

El trabajo lo ha coordinado Aleix Prat, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Clínico y del equipo Idibaps Genómica Translacional e investigador principal del Grupo de Genómica Translacional del Valle de Hebrón (VHIO). El primer autor del estudio es Juan Miguel Cejalvo, estudiante de doctorado en el grupo de Prat y en el de Control de Crecimiento y Metástasis del Cáncer del IRB, dirigido por Roger Gomis.

Para Cejalvo, en el cáncer de mama las metástasis aparecen años o décadas tras el diagnóstico del tumor primario. Las lesiones secundarias empiezan en células tumorales dispersadas que han pasado un periodo de latencia, así es importante conocer qué cambios biológicos hay durante la formación de la metástasis a partir de las células cancerígenas diseminadas para abordar de forma certera la dolencia.

El cáncer de mama se clasifica a nivel molecular en cuatro subtipos. Hasta hoy, el análisis de tumores sugería que el subtipo molecular no cambiaba de forma sustancial con la metástasis, pero el estudio sobre 123 pacientes ha revelado por primera vez que no es así siempre.