El coste de una hipotética Cataluña independiente podría alcanzar hasta 63.000 millones de euros. Los millones que están en juego gravitan sobre el proceso soberanista. Por el contrario, quienes defienden la independencia sostienen y creen que ni siquiera se producirá el efecto frontera con la aplicación de aranceles en el comercio con España y Europa. Según publica esta semana la revista Tiempo, los estudios realizados por diferentes expertos señalan la posibilidad de perder un millón de empleos o una cuarta parte de la recaudación de impuestos. El déficit público se dispararía hasta el 11% del PIB y sería imposible que los mercados financiaran la deuda pública. Si Cataluña creara una moneda única, nacería con una devaluación del 50%.

El ministro de Economía ha señalado la posibilidad de una negociación sobre la financiación autonómica porque con la recuperación de la economía existen más recursos que dan un cierto margen. Sólo con las reglas actuales, el año que viene habrá 18.000 millones más respecto a 2015. Los destinados a Cataluña se habrán incrementado el 22%, frente a un 20% de la media, con lo que habrían pasado de 15.488 a 19.236 millones.

Los estudios de quienes defienden la independencia, por el contrario, sostienen que es precisamente el sistema de financiación autonómica actual el que resta credibilidad a la deuda catalana en los mercados, con lo que una hipotética independencia la haría más atractiva. Además, un estudio publicado por la experta Núria Bosch sostiene que no habrá un efecto frontera perjudicial, ya que incluso el comercio con el resto de España podría mantenerse "dada la ausencia de fricciones lingüísticas y afinidad cultural entre Cataluña y España".