La policía del puerto chino de Qingdao detuvo a finales del mes de agosto a un grupo de catorce personas sospechosas de introducir ilegalmente en el país marisco con altos niveles de radiación procedentes de aguas próximas a Fukushima, la prefectura japonesa afectada por el accidente nuclear en el 2011.

La banda introdujo de contrabando, en los dos últimos años, 5.000 toneladas de marisco, como cangrejos o gambas, valorados en 230 millones de yuanes (30,5 millones de euros). Parte de ese marisco procedía de Fukushima, una de las 12 prefecturas niponas vetadas para exportar productos marinos a China desde el terremoto que el 11 de marzo del 2011 originó un tsunami y el accidente nuclear.

Los contrabandistas llevaban estos cargamentos desde la isla septentrional japonesa de Hokkaido hasta Vietnam, donde cambiaban las etiquetas para evadir impuestos y controles sanitarios, dijeron fuentes de la policía de Qingdao a la CCTV. La mayoría de los productos se vendían en grandes ciudades chinas como Pekín, Shanghái y Cantón.

Expertos chinos han declarado que los alimentos con altos niveles de radiación pueden causar daños irreversibles a las células del organismo humano o incluso al ADN. La vida marina sigue afectada cinco años después.