Pocas incógnitas del enlace real están aún por despejar. Esta semana acabará el largo proceso de selección de los dos cavas con los que brindarán por primera vez como marido y mujer Felipe y Letizia. El Consejo Regulador del Cava --como ya hiciera en los enlaces de las infantas-- es el encargado la selección que presenta una novedad respecto a las de anteriores bodas reales: además del blanco, se servirá un cava rosado con el aperitivo. Ochenta y seis empresas han presentado 174 muestras (122 blancos y 52 rosados), pero sólo 20 blancos y ocho rosados han llegado a la fase final. La mayoría de cavas son catalanes aunque también se han presentado espumosos aragoneses y valencianos.

El comité de cata del Consejo Regulador prueba estos días los cavas a partir de los criterios de valoración homologados por la Oficina Internacional del Vino, un organismo intergubernamental que forman 47 países.

Un cava puede obtener un máximo de 100 puntos a partir de los tres sentidos utilizados en la cata: olfato, vista y gusto. El secretario general del Consejo Regulador del Cava, Gabriel Giró, destaca la calidad de los 20 finalistas. "Todos superan los 80 puntos. Hay un aumento considerable de la calidad respecto a las catas que realizamos para las bodas de las infantas", explica Giró.

La cata ciega empezó el 1 de abril. Desde entonces, los enólogos han hecho numerosas sesiones de 12 cavas diarios. "Para la empresa escogida será una alegria pero para nosotros también es una satisfacción participar en la selección del cava " apunta el enólogo Manuel Via.

El escogido no podrá alardear de ser el cava real. El dia de la boda, las botellas estaran etiquetadas con una etiqueta neutra para mantener el anonimato de la empresa elaboradora. El consejo obligará a la bodega escogida a firmar un contrato de confidencialidad para que no pueda utilizar la boda real como reclamo publicitario.