Los reyes Felipe y Letizia, junto a Mariano Rajoy y el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa han presidido la mañana del domingo en la Sagrada Familia la misa solemne por la paz y la concordia en memoria de las víctimas del atentado terrorista, al igual que hace dos años, cuando los monarcas y el presidente del Gobierno acudieron a la misma basílica en homenaje a los fallecidos en el trágico accidente de Germanwings que cubría el trayecto entre Barcelona y Düsseldorf.

A la ceremonia católica por los muertos y heridos en manos de yihadistas también han asistido representantes de comunidades musulmanas, en un intento de apagar los brotes de islamofobia y no criminalizar a los que procesan esta religión. "Nunca se había visto una misa solemne con tantas autoridades civiles", informa un portavoz de la Arzobispado de Barcelona.

Además de Carles Puigdemon, presidente de la Generalitat, de las alcaldesas de Barcelona, Ada Colau; de Cambrils (Tarragona), Camí Mendoza, y de Madrid, Manuela Carmena; del primer ministro portugués, António Costa; la presidenta del Congreso, Ana Pastor; la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat; el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, la consejera de Governació, Meritxell Borràs, el de Interior, Joaquim Forn, y el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo.

Todos fueron recibidos por más de un centenar de personas que detrás del cordón de seguridad gritaban: "No tenim por!". Las medidas de seguridad han sido muy estrictas, nadie a podido entrar una vez comenzada la ceremonia, y el tráfico se ha cerrado en todas las calles colaterales a la basílica.

Sebastià Taltavull, obispo auxiliar de Barcelona, ha recordado que han sido días de lágrimas, pero sobre todo de mucha "humanidad”. Para él, esta misa solemne ha sido un gesto de unidad entre todos los presentes. "Es una llamada a vivir la plena comunión de un pueblo que no tiene miedo y quiere gozar del don de la paz". El momento más emotivo de la misa por la paz fue cuando el Cor de Cambra Francesc Valls cantó el virolai conocido como 'Rosa d'abril'.

DOLOR COMPARTIDO

"El dolor es de todos", ha comentado una joven musulmana rodeada de ese bosque de piedra que invita a la oración en el templo que ha acogido a más de 1.800 personas, más de la mitad del aforo.

Joan Josep Omella, arzobispo de Barcelona, ha explicado que el sábado el papa Francisco le llamó por teléfono para decirle quiero personalmente acompañarlo, de manera especial, en la misa que va a celebrar con todo el pueblo.

Estoy cerca de ustedes en este momento doloroso. Les acompaño mucho. Que Dios les bendiga. Rezo por ustedes y ustedes recen por mí", le dijo el papa, que esta mañana ras el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro, ha pedido a los fieles congregados en el Vaticano que recen por las víctimas de los atentados que durante la semana pasada golpearon diferentes ciudades de España, Finlandia y Burkina Faso. "Recemos para que Dios libre al mundo del terrorismo", finalizó el pontífice.