La directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, relevó ayer al director de la cárcel madrileña de Alcalá-Meco, Jesús Calvo, tras descubrir que Mario Conde recibió en los últimos 18 meses un trato de favor. Según fuentes de Instituciones Penitenciarias, todos los internos que están en segundo grado --es decir, que no gozan de permisos para salir-- tienen derecho a ver a sus familias una vez al mes durante una hora y media en horario de mañana. Conde, sin embargo, veía a sus allegados seis veces al mes. Las visitas tenían lugar, además, por la tarde y duraban más de tres horas.

Hace escasas semanas, el departamento que dirige Gallizo recibió un chivatazo sobre el trato de favor que recibía Conde, que fue condenado a 18 años de cárcel por el caso Banesto y el caso Agencia Trust . Acto seguido, se ordenó una investigación, que destapó las irregularidades. El pasado martes por la tarde, Gallizo recibió el informe y ayer decidió relevar al máximo responsable de la prisión, que lleva 12 años al frente de Alcalá-Meco. Además, ordenó que Conde tenga el mismo régimen de visitas que el resto de los reclusos.

Por su parte, el director del centro explicó a la agencia Efe que respeta la decisión de Gallizo, aunque insistió en que él no ha cometido ninguna irregularidad. Calvo, que está de vacaciones, tenía previsto incorporarse el lunes a su puesto de trabajo.

Ese mismo día, Calvo mantendrá una entrevista con los responsables de la Inspección General de Instituciones Penitenciarias. En sus doce años al frente del centro Madrid II, Calvo no ha tenido problemas con la Dirección General, sino que, por el contrario, ha recibido "mucha colaboración y apoyo" y "hasta hoy mismo lo seguía teniendo".

"BUEN TALANTE" Calvo insistió en que acepta con "buen talante" la decisión de Gallizo, que entra dentro de su "papel y responsabilidad", pero quiso dejar claro que en su "modo de ser y actuar" no entra cometer irregularidades.

No es la primera vez que la corrupción en las cárceles rodea al exbanquero. En diciembre del 2002, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) abrió un expediente contra la juez María del Pardo Torrecilla por presionar a sus compañeros para conseguir que el expresidente de Banesto obtuviera el tercer grado penitenciario. Es decir, que fuera a la cárcel sólo para dormir. Según el informe elaborado por el CGPJ, el director de Alcalá Meco también recibió presiones por parte de la magistrada para que Conde obtuviera el régimen abierto.

El expresidente de Banesto ingresó en la prisión de Alcalá Meco el 29 de julio del 2002 después de que el Tribunal Supremo aumentara de 10 a 20 años la pena impuesta por la Audiencia Nacional dos años antes por los delitos de apropiación indebida, estafa y falsedad en el caso Banesto .

Tras la gestión de Conde, que estuvo al frente del banco desde 1987, la entidad tuvo que ser intervenida por el Banco de España en diciembre de 1993.

Un año más tarde, ingresó por primera vez en Alcalá Meco, aunque salió unos días más tarde después de pagar la fianza. En 1998, el caso Agencia Trust lo volvió a llevar a prisión durante 17 meses.