Afortunadamente, en sus 28 misiones desde 1984 el Discovery no ha tenido que volver a la Tierra en un aterrizaje de emergencia. De haber sido necesario, el transbordador podía haber sufrido una tragedia. Y habría sido por un error inexplicable que la NASA admitió el lunes: un mecanismo que acciona los frenos de cola ha estado colocado al revés durante décadas sin que nadie se percatara.

El fallo, detectado a finales del pasado año, afecta a unos engranajes de la parte trasera que actúan como timón y como freno. Los engranajes, denominados actuators (elementos encargados de accionar), tienen que ponerse en marcha para que se abran unos alerones que crean un arrastre aerodinámico y frenan el transbordador. En el Discovery hay 4, y 2 estaban puestos al revés.

Si en una emergencia hubieran sido necesarios, su errónea instalación habría causado "la pérdida del vehículo y de la tripulación". Así de claro lo puso William Parsons, quien se hizo cargo del programa de transbordadores tras la tragedia del Columbia en febrero del 2003 y que fue el encargado de explicar el error.

Parsons no pudo responder a los interrogantes sobre cómo es posible que algo así haya pasado desapercibido durante décadas. "No puedo decir por qué esto no se corrigió antes", admitió Parsons.

Aún no se sabe si el garrafal fallo afecta al Atlantis y al Endeavour , los otros dos transbordadores en activo que, como el Discovery , permanecen en tierra desde que suspendieron los vuelos tras el accidente del Columbia .

Las nuevas misiones

De momento, la NASA ha anunciado que revisará también esas otras dos naves, de las que extraerá los mecanismos de freno para analizarlos y poder sustituirlos por otros bien instalados.

El examen que ha detectado el fallo del Discovery ha permitido apreciar otros problemas, como la corrosión de algunas piezas. Pese a todo, la NASA mantiene firme su objetivo de reiniciar las misiones de transbordadores en el 2005. Y el Discovery será el primero.