En la Comunitat Valenciana los uniformes obligatoriamente diferenciados para chicas y chicos tienen los días contados. En unas semanas se aprobará en las Corts una proposición no de ley que llevará a modificar el decreto que regula su uso dobligatorio en centros sostenidos con fondos públicos para que no se pueda obligar a un código de vestuario diferenciado por sexo entre las alumnas y los alumnos y que, por tanto, se permita plena libertad individual. Dado que en los públicos es residual el uso, la norma está enfocada a los concertados.

La queja en la Conselleria d'Educación de una alumna de uno de estos centros a la que se le impedía acudir con los pantalones asignados a los chicos, impulsó esta iniciativa parlamentaria que ha presentado Compromís y ha recibido el apoyo del PSPV y de Unides Podem EU, por lo que tiene garantizada su aprobación en la comisión que la estudiará previsiblemente entre este enero y el próximo febrero.

Si el calendario se cumple, el próximo curso, los colegios deberán optar por tanto bien por unificar sus uniformes y hacerlos unisex o por dejar que cada alumno, independientemente de su sexo, elija cuál llevar si es que mantienen las faldas y los pantalones.

"Queremos unificar la normativa para garantizar la libertad de todo el alumnado, es decir que puedan elegir qué uniforme llevar independientemente de su sexo y sobre todo de la escuela a la que acudan sea pública o concertada. Nuestra escuela es muy diversa y eso se debe ir incorporando en nuestra legislación. Hemos de garantizar que nadie quede excluido", explica a este diario, la diputada Papi Robles, firmante de la iniciativa.

La propuesta apunta a que las piezas obligatorias y diferenciadas están "asociadas a unos estereotipos de género tradicionales y que pueden vulnerar el principio de igualdad ante la ley y no discriminación en ninguna circunstancia". Entre los argumentos que se ofrece está lo dispuesto por la ley de igualdad del 2007 pero también una sentencia del Supremo del 2011 contraria a la práctica de la sanidad privada de imponer prendas diferencias a enfermeras y auxiliares.

Vicenta Rodríguez, representante de Escuelas Católicas, asegura que asumirán la nueva normativa con normalidad y que no les causará problemas pero afirma que se trata de una regulación innecesaria porque la propia evolución de la sociedad había iniciado ya ese cambio. Por eso pensamos que es un poco pérdida de tiempo porque hay cosas mucho más necesarias, explica.

En nuestros centros, en la etapa de infantil, ya van todos con chándal porque las falditas se quitaron por una cuestión de autonomía para ir al baño. En primaria, lo habitual es que o bien haya una prenda unificada o bien las chicas puedan elegir entre falda o pantalón. Y en secundaria, la verdad es que cuesta muchísimo que lleven uniforme como tal, resume.

Mariano Vivancos, director de la Federación de Centros de Enseñanza, asegura que en esta red ya son mayoría que da esa libre opción de que las chicas opten por los pantalones pero apunta que mientras en las etapas infantiles la extensión del uniforme unisex es generalizada en cursos superiores esa distinción de rol es algo buscado por ellos y son las chicas las que quieren llevar faldas.

La moda escocesa

No hay recuento oficial de colegios concertados que exigen el uso de uniforme ni tampoco de aquellos que discriminan su uso por sexo. Las dos asociaciones mayoritarias aseguran que son ya pocos pero al menos un 40% de los colegios de los representantes en el comité ejecutivo de Feceval (todos los que dan detalles en su página) exigen falda obligatoria a las chicas en alguna etapa según la información de sus webs.

Ambos representantes de la concertada ven difícil que la iniciativa que ha llegado a las Corts vaya a cambiar la vestimenta de los chicos. No creo que vaya a llegar la moda escocesa de las faldas para los chicos, apunta Rodríguez. Para Vivancos, que asegura desconocer la denuncia que ha dado pie a la propuesta política, la medida busca justificar que se está trabajando en el plan de coeducación pero va a tener un impacto cero, la valentía hay que buscarla en otras medidas".