Dos personas fallecieron ayer, una de ellas calcinada, en una colisión entre cuatro camiones en la autopista AP-7, a la altura de Castellbisbal (Barcelona), en dirección Tarragona. En el siniestro se vio implicado un camión cisterna que transportaba disolvente, por lo que la Generalitat de Cataluña activó el Plan de emergencias por accidente en el transporte de mercancías peligrosas por carretera y ferrocarril (Transcat) hasta que, ya de noche, el tanque pudo vaciarse. Las retenciones, que fueron kilométricas en los dos sentidos, también afectaron a las vías próximas de acceso a Barcelona.

El choque ocurrió a las 15.48 horas en el kilómetro 166 de la autopista, en sentido Tarragona. Un camión bañera, de los que transportan materiales de obra, perdió el control al pinchar una rueda, chocando lateralmente contra un camión cuba cargado con 30.000 litros de un disolvente derivado de la trementina, según los Mossos d´Esquadra.

El conductor del camión descontrolado logró tomar las riendas de nuevo y frenar unos metros más adelante. Sin embargo, un camión Iveco de medio tonelaje que circulaba tras él no pudo evitar impactar contra el vehículo. Su conductor, cuya identidad no se facilitó ayer, falleció en el acto por el choque.

Mientras, el camión cisterna reducía velocidad hasta detenerse a unos metros del siniestro. Pero otra camioneta, también marca Iveco y cargada de fibra de vidrio, colisionó brutalmente contra la cuba y se incendió. "El vehículo se convirtió en una bola de fuego", según los agentes, y ardió "como una tea".

El fuego alcanzó dimensiones espectaculares y se propagó a la carcasa exterior del camión con disolvente sin afectar al interior. En el incendio murió calcinado el conductor de la furgoneta, que casi quedó fundida con el asfalto de la vía. Ello provocó cierta confusión en los servicios de emergencia, que hasta que apagaron el fuego creyeron que sólo ardía un camión, y dificultó la identificación del cadáver. El sucedáneo de la trementina fue trasvasado anoche a otra cisterna, cuando se descartó que se hubiera producido vertido alguno al río Llobregat.

COLAS La autopista se mantuvo cortada en ambos sentidos entre el peaje de Martorell y El Papiol y se desvió el tráfico por la C-58, los túneles de Vallvidrera y la A-2 (autovía del Baix Llobregat). A las 18.42 horas se abrió a la circulación en dirección Barcelona, mientras que hasta las 21.00 horas no se habilitó un carril hacia Tarragona. El siniestro provocó colas en la AP-7 de hasta 16 kilómetros, en dirección norte, y de 13 kilómetros hacia el sur.