Un total de 18.523 hectáreas han ardido en lo que va del 2020, un 63,5% menos que en los mismos meses del 2019, cuando fueron arrasadas 50.785 hectáreas de bosques, y la mitad que la media de los últimos 10 años, que es de 41.404 hectáreas quemadas, debido al confinamiento y las lluvias, según datos de la Subdirección de Política Forestal del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

En total, hasta el 12 de julio, se han producido 3.607 incendios forestales, un 50% menos que en los mismos meses de 2019, cuando se produjeron 7.225 incendios de este tipo, y un 40% menos que la media de los últimos 10 años, que es de 6.058. Además, hasta la fecha se han producido tres grandes incendios forestales (dos en Tinero, Asturias, y uno en Las Palmas de Gran Canaria) frente a los siete que ya se habían desatado a estas alturas en 2019.

El subdirector de Política Forestal, José Manuel Jaquotot, y la jefa de servicio del Área de Defensa de Incendios Forestales, Elena Hernández, achacaron ayer esta reducción en el número de incendios, por una parte, al confinamiento de la población española durante el estado de alarma decretado por la pandemia del covid-19, y por otra, a las condiciones meteorológicas favorables, con una primavera "bastante lluviosa".

"El confinamiento ha ayudado a que haya menos incendios porque el ser humano es la causa fundamental y al no estar en el monte es mas difícil que se produzcan", precisó Jaquotot durante la presentación de los datos. A esto se suman las "condiciones meterológicas favorables" con una "primavera bastante lluviosa" y la "llegada tardía de las altas temperaturas", según matizó Elena Hernández.

"SER CAUTELOSOS"

Así, los especialistas destacaron que los números son buenos, pero pidieron ser "cautelosos" porque, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se espera que en la mayor parte de España pueda hacer más calor de lo normal. Jaquotot subrayó que con los incendios forestales "nunca se puede estar tranquilo", pero, de momento, los números son buenos, incidió, para explicar que el "cambio climático no tiene toda la culpa de una mayor o menor incidencia de fuegos", sino que se trata de un componente más.

"El cambio climático alarga los veranos y, probablemente, en un futuro la época estival sea más larga, pero este factor no implica que la campaña forestal sea mas violenta", comentó el experto, para quien el abandono rural es mucho más relevante en la actualidad que el calentamiento, y abogó por una "mejora" en la gestión de los montes, porque un monte descuidado tiene muchas más posibilidades de arder. En ese punto, Jaquotot ha mostrado su deseo de invertir más en "prevención".