La valentía o la inconsciencia, según se mire, de Osama Aoukili se saldó con apenas unos rasguños y la recuperación del viejo Renault Clio de su padre. Cuando vio que el vehículo era robado, Aoukili no dudó en subirse al techo del coche y agarrarse a la baca, y así recorrió hasta cinco kilómetros, por la localidad francesa de Oyonnax (cerca de la frontera suiza) y después por la autopista 404, en la que el vehículo alcanzó los 130 km/h. Y aún fue capaz de soltarse de una mano para coger el teléfono móvil y llamar a la policía, que no daba crédito:

El hombre contó a los medios franceses que su reacción fue espontánea: "Me dije que era el coche de mi padre y que significaba mucho para él", dijo a BFM TV.

El jefe de policía Christophe Lesznewski explicó que la persecución nocturna duró varios minutos antes de que el coche dejara la autopista y ralentizara su marcha, momento en el que Aoukili se soltó. El ladrón intentó escapar a pie pero la policía lo atrapó y lo detuvo.