El desplome de una parte del techo de una de las terminales del aeropuerto parisiense de Roissy-Charles de Gaulle, el más importante de París, causó ayer la muerte de al menos cinco personas y heridas a otras tres. El siniestro, calificado de "auténtica catástrofe" por los bomberos, pudo haber sido peor, ya que la caída de las placas de hormigón causó el desplome de una pasarela de embarque de pasajeros en un momento de poca afluencia y después de que se acordonara el lugar tras haberse detectado unas grietas.

Los hechos ocurrieron poco antes de las siete de la mañana, al soltarse de manera todavía inexplicable varias piezas de hormigón que sujetaban el techo de la terminal 2E, inaugurada hace menos de un año con un fondo de polémica. La apertura del edificio tuvo que ser retrasada por problemas de seguridad que, según la dirección del aeropuerto, no tenían nada que ver con su estructura. No obstante, ayer el techo se agrietó y varias toneladas de hormigón y cristal se vinieron abajo sobre una pasarela de embarque y desembarque, situada a 40 metros del suelo, sorprendiendo al personal y a algunos viajeros.

TRES VUELOS En el momento del accidente, en el interior de la terminal se encontraban los pasajeros de tres vuelos de Air France, uno con destino a Praga y otros dos procedentes de Newark (Estados Unidos) y Johanesburgo (Suráfrica). Se ignora la identidad de las víctimas mortales pero el Ministerio del Interior francés confirmó que los heridos eran tres policías que inspeccionaban la zona después de que varios empleados y pasajeros dieran la alerta al constatar varias fisuras y crujidos en el sector.

El derrumbe fue casi inmediato --"como un terremoto", declaró uno de los testigos--, y los bomberos y servicios de socorro que intervinieron rápidamente lo hicieron en las mismas condiciones que un seísmo. Con la ayuda de perros inspeccionaron durante casi todo el día los escombros en busca de víctimas. La hora temprana del accidente y la escasa afluencia impidió que se registrara una verdadera masacre.

La terminal 2E del aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle, símbolo de la modernidad de las instalaciones aeroportuarias parisienses, costó 750 millones de euros a la empresa Aeropuertos de París (ADP) y 50 millones a la compañía estatal francesa Air France, que la dotó de los más modernos equipamientos. Inaugurado el 25 de junio del año pasado, el edificio fue objeto de polémica en su momento porque la comisión de seguridad del aeródromo no dio su autorización para que entrara en servicio en la fecha prevista.

PRESIONES La dirección de Aeropuertos de París (ADP) informó entonces de que la decisión se debía al hecho de que una de las gigantescas lámparas que iluminan el recinto había caído al suelo, de siete metros de altura, justo en el momento en que la comisión compuesta de ingenieros, técnicos y bomberos efectuaban la inspección. Algunos sindicatos denunciaron en aquel momento presiones de ADP y Air France para acelerar la apertura de la terminal, considerada como la joya de Roissy y un elemento clave para la política expansionista del aeropuerto y de las aerolíneas francesas.