A través de expresiones como “ver la luz al final del túnel” y “doblar el cabo de Hornos”, el Gobierno proclama desde hace meses que la crisis ha acabado. El mensaje, sin embargo, no cala en unos ciudadanos que ni observan mejoría alguna ni creen que la situación vaya a cambiar a corto plazo. El último Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha vuelto a poner de manifiesto que la sociedad vive instalada en el pesimismo económico y político.

Con 2500 entrevistas realizadas a comienzos de marzo, el estudio refleja que la situación económica de España es mala o muy mala para el 84,5% de los ciudadanos. Cuando se les pregunta cómo creen que será dentro de un año, el 68,7% contesta que igual o peor que en la actualidad. Solo el 21,1% creen que será mejor.

La percepción sobre la situación política sigue la misma tónica. El 79,7% la define como mala o muy mala, y solo el 10,3% considera que será mejor dentro de un año.

Paro y corrupción

En cuanto a las preocupaciones ciudadanas, el paro y la corrupción siguen ocupando los primeros puestos, muy lejos del resto. El desempleo es el principal problema para el 82,3% de los sondeados, seguido de la corrupción (41%, tres puntos menos que en la anterior encuesta, el mes pasado, del organismo público), los problemas de índole económica (28,2%) y los políticos (26%).