Es una de las mayores faenas que pueden ocurrirnos: ser agraciados con algunos de los suculentos premios de la Lotería de Navidad y, a la hora de buscar el décimo, descubrir que se ha roto, perdido o que lo han robado.

Pero que no cunda el pánico. Afortunadamente existen mecanismos para solucionar este tipo de imprevistos. No en vano en Loterías y Apuestas del Estado se enfrentan a muchos casos de este tipo cada año.

La primera de las recomendaciones es hacer una fotocopia del boleto para poder demostrar su propiedad cuando llegue el momento. Ahora bien, existen otras soluciones, aunque cada una de ellas dependerá del tipo de problema al que se enfrenta el dueño del décimo. Son las siguientes:

Décimo roto o estropeado

Es fácil romper un décimo: meterlo por error en la lavadora, mojarlo un día de lluvia, tirarlo al suelo sin querer... el motivo da igual, lo importante, una vez ocurrido el accidente, es coger el cupón dañado y acudir con él a una administración de lotería, donde le harán rellenar una documentación para acreditar que es usted el dueño del mismo.

Loterías mandará después el décimo a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para verificar su autenticidad. La siguiente fase, en el caso de que el décimo esté muy deteriorado, será mandar el boleto a un laboratorio de la entidad que tratará de reconstruirlo.

Tanto si el resultado es positivo como si no, la Casa de la Moneda enviará un informe a Lotería y Apuestas del Estado sobre la autenticidad del cupón, que en base al mismo tendrá que decidir si entrega o no el premio.

Décimos robados o perdidos

En estos casos lo primero será interponer una denuncia que deberá contener los datos del décimo: número, serie, fracción y fecha del sorteo. Si se puede añadir, además, una fotocopia del mismo, mejor que mejor.

Después habrá que notificar la denuncia a Loterías y Apuestas del Estado, que pasará a paralizar el cobro del premio. No obstante, la posibilidad de recuperar el premio si este es inferior a 2.500 euros es muy difícil. Al ser al portador, no se se pide el DNI cuando se solicita, por lo que el ladrón solo deber ir a la ventanilla y cobrarlo.

Sin embargo, para importes superiores, resulta necesario la participación de un banco, los cuales suelen pedir un documento identificativo para el pago del importe, tal y como establece la ley contra el blanqueo de capitales. En estos casos las posibilidades de dar con el mismo aumentan.